Grecia: una esperanza
que hay que apoyar con la movilización desde abajo y desde la izquierda
Por:
Pepe Mejía, Círculo PODEMOS CARABANCHEL-LATINA de Madrid
La victoria de Syriza en Grecia ha desatado todas las alarmas, y
no solamente las alarmas, sino presiones, chantajes y malas artes del capital
financiero internacional de la mano de los conservadores europeos y la
complicidad de la socialdemocracia. Pero detrás del gobierno griego hay todo un
pueblo que apoya sus medidas y la forma de negociar. Empieza a articularse una
amplia red de solidaridad internacional con la movilización como eje central.
"En Grecia vivimos un momento histórico",
nos decía Katerina Sergidou, secretaria del comité coordinador de Syriza, en su
reciente visita a Madrid. "La gente
se siente protagonista por primera vez y participa activamente. Hace unos días,
en unos grandes almacenes, un jefe dijo a sus empleados que en sus nóminas pondría
que cobrarían el nuevo salario mínimo acordado por el Gobierno, pero que en
realidad seguirían recibiendo lo mismo que antes. Entonces los trabajadores
llamaron a la inspección, se sentían más fuertes para hacerlo. Pero este
ejemplo también demuestra que los jefes, los ricos, se resisten. No será fácil
aplicar las medidas, porque una cosa es votar una ley y otra obligar a que se
cumpla. Por eso necesitamos un movimiento fuerte en los lugares de trabajo y en
las calles". Las declaraciones de Katerina resume una parte de la
realidad griega que afecta a toda Europa y al conjunto de los movimientos
populares de resistencia y enfrentamiento al capital.
No
quieren que exista en el centro de Europa el ejemplo de un país pequeño que
dice “la deuda no es nuestra y no vamos a
pagarla”. El discurso que culpabiliza a Grecia es mentiroso. Puesto que lo
que está en juego no es en realidad el pago de la deuda, si no la continuación
de las políticas de ajuste estructural, las privatizaciones, la precarización
de los contratos de trabajo. La deuda es un medio de chantaje para que se
apliquen las brutales reformas neoliberales. Syriza sube al poder justamente
para cambiar las reglas de juego. Para poder empezar a recuperar el país es
necesario un nuevo acuerdo con los acreedores.
Pero
el combate contra el gran capital no ha hecho más que empezar. Alexis Tsipras,
el primer ministro griego, nos dijo: "Su plan
era, y es, desgastarnos, derribar nuestro Gobierno y llevarlo a una rendición
incondicional antes de que nuestro trabajo comenzara a dar su fruto y antes de
que el ejemplo de Grecia afectara a otros países, principalmente antes de las
elecciones en España". Una
de las primeras medidas que ha adoptado el ejecutivo griego es la que fija el
salario mínimo interprofesional. La segunda, que la gente tenga acceso a la
Sanidad gratuita y que no tenga que pagar cinco euros por sus exámenes médicos.
También la nacionalización de los emigrantes, jóvenes que han nacido y se han
criado en Grecia, para que tengan derechos.
El
Gobierno -después de 40 años, desde la caída de la dictadura, no ha habido en
Grecia un Gobierno de izquierdas- ha llegado a un acuerdo con el
Eurogrupo, BCE y el FMI que aplaza de momento la decisión definitiva
hasta dentro de cuatro meses. Cuando Tsipras declaró que las
fuerzas conservadoras no habían logrado lo que querían, desestabilizar Grecia,
lanzarla al corralito y a la abdicación completa o a la salida del euro (postura
de los populares europeos), estuvo bastante fundamentado. Algunas de las
medidas acordadas son un avance.
UNA ACUERDO PARA AVANZAR
La troika pedía otros
160.000 despidos más en la administración ,
empezando otra vez por personal sanitario y educativo. Syriza ha
conseguido que no se exijan más despidos. La troika había pedido un
nuevo descenso del 10% de las pensiones (que sumadas a los anteriores
recortes en algún caso llegaría en total al 60%). El nuevo acuerdo no
obliga la rebaja de pensiones. La troika pedía bajadas de salarios y
reducción de las “ayudas sociales”, reducidas ya a casi
nada. De momento se ha paralizado las bajadas de salarios y la reducción de
ayudas sociales. El compromiso griego es no superar el déficit propuesto,
pero se deja abierto que se pueda rebajar en algunas partidas presupuestarias,
para reforzar aquellas que considere en gasto social u otras. Entre las
medidas está el reducir el gasto de la administración, reduciendo el número de
ministerios, el número de “consejeros especiales” en el gobierno
general. Los beneficios complementarios de ministros, miembros del
parlamento, altos funcionarios, etc (coches, gastos de viaje, concesiones).
En el documento, el gobierno se
compromete a la revisión de gastos en cada
área, como educación, defensa, transporte, administración
municipal, ventajas sociales. Grecia, en plena crisis, ha sido la segunda importadora
de armas alemanas.
Estas son algunas de las medidas que el gobierno
griego ha arrancado en sus iniciales negociaciones con el gran capital. Y lo hace con el apoyo mayoritario de su
población. Una encuesta de opinión realizada entre el 12 y 17
de febrero muestra que el 80% de los griegos aprueba la forma en que el
gobierno griego está negociando con la UE, el FMI y el BCE.
En Grecia
no hay una revolución de izquierdas hay un partido de izquierdas que intenta
hacer lo que puede.
IMPULSAR LA SOLIDARIDAD
INTERNACIONAL
Ahora lo que se trata es de
impulsar un amplio movimiento internacionalista de solidaridad y apoyo al
pueblo griego. Katerina Sergidou, que estuvo en España para apoyar el
lanzamiento del manifiesto "Por el
cambio en Grecia" nos dijo: "Un
apoyo a Grecia y sus reivindicaciones para que no puedan ser chantajeados por
la troika ni por Merkel. Nuestros verdaderos aliados son los pueblos del sur,
no los Gobiernos". Los primeros pasos para tejer esa amplia red internacional
de apoyo y solidaridad con el pueblo griego, en este momento histórico crucial,
ya se están dando.
El domingo 15 de febrero se
convocaron en numerosas capitales y ciudades europeas concentraciones
en solidaridad con el pueblo griego. Miles de ciudadanos,
secundados por distintas organizaciones políticas y movimientos sociales,
salieron a la calle en Bruselas, Amsterdam, París, Roma y Copenhague, entre
otras, para defender la democracia y mostrar su apoyo al recién elegido gobierno
griego frente a los chantajes de la Troika y las instituciones financieras.
También en Madrid
se concentraron algunas docenas de ciudadanos con este mismo propósito frente a
la Delegación de la Comisión Europea.
Existe la necesidad de contar con
movimientos sociales fuertes y organizados para apoyar e impulsar los cambios
que se van a producir. Y cuando menciono cambios, no me refiero sólo a Grecia,
sino a España en el corto plazo, y otros países como Portugal e Italia.
En Grecia ya se están conformando
comités populares para apoyar al gobierno y estimular la participación de la
ciudadanía, pero la victoria sólo será posible si todos los pueblos del sur de
Europa nos comprometemos en esta lucha.
Hay que tener muy en cuenta la
política de los conservadores europeos que han trabajado a fondo para minar el
acuerdo con el Eurogrupo y evitar así que España imite a Grecia.
En España la esperanza y la ilusión
está puesto en Podemos. El proceso interno de elección de cargos se cerró con
un multitudinario mitin de más de 100 mil personas en la Puerta del Sol. Ahora
todos los esfuerzos se centran en las próximas elecciones en Andalucía, en
donde nuestra candidata, Teresa Rodríguez, se presenta para ganar la
Presidencia de esa Comunidad clave en el tablero político.
España y Grecia. Podemos y Syriza.
En los actos electorales en Grecia la gente gritaba "Syriza y Podemos,
¡venceremos!". Los dos ejemplos más importantes en Europa ahora mismo de
la izquierda y de los movimientos radicales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario