Cuadro de Juan Genovés |
Este país está enfermo; enfermo de corrupción, de
injusticias, de arbitrariedades, de despilfarro de gasto público para lo que
interesa a unos pocos frente a las necesidades de la mayoría, enfermo de
inanidad y de indignidad. Y ahora, con los planes de cambio a destiempo de la ley
electoral, enfermo de la amenaza de una dictadura que perpetúe en el poder a
los de siempre. Podría caerse en la desesperanza ante este análisis, mas es una
enfermedad que se puede combatir, contra la que la sociedad puede vacunarse si
toman las riendas del país y le da un cambio que lo haga irreconocible. No como
aquel que dijo Alfonso Guerra que iba a hacer, cuando aseguró que no lo
reconocería ‘ni la madre que lo parió’ y siguió obedeciendo a los bancos, a la
oligarquía y a la secta católica. Aquello fue un cambio lampedusiano, un
cambiar todo para que todo siguiese igual.
Que hay que dar un cambio de 180º a la política
económica, impositiva, sanitaria, educativa y laboral es algo que piensa la
mayoría de los ciudadanos. Sumando expectativas electorales de izquierdas,
siempre atomizadas, se ve que el descontento con la actual situación a la que
nos llevaron primero el PSOE y luego el PP –este de una manera salvaje e
inmisericorde- supera con mucho el número de quienes apoyan al partido en el
Gobierno que lleva cuatro años haciendo tiras y capirotes de la dignidad y el
bienestar del pueblo.
La solución a las ansias de perpetuarse en el
poder con cambios legislativos –que no legales- de la ley electoral por parte
del PP estaría en la constitución de un Frente Ciudadano que plantase cara a
los representantes de la oligarquía que actualmente nos gobierna. Un frente
popular con otro nombre, aunque con el mismo fin que tuvo el histórico, aquel que
plantó cara a la casta y que fue anulado, no por la voluntad del pueblo sino
por las armas fascistas españolas apoyadas por las italianas y las nazis, con
la inestimable colaboración de la secta católica y la banca reaccionaria. Son
otros tiempos. Sin duda el FMI y los conservadores de la UE pondrán el grito en
el cielo al ver cómo se desmorona su edificio de intereses especuladores y
financieros.
Mas… ¿qué podrían hacer ante el apabullante
triunfo del pueblo en unas elecciones democráticas? ¿Un golpe de Estado en el
corazón de Europa? ¿Un bloqueo económico que hundiría sus propios mercados? No
sería posible. No podrían reprochar nada a un Gobierno que actuase con la
actual Constitución en la mano, sencillamente aplicándola y derogando el
abusivo art. 135 que fue introducido de espaldas al pueblo.
Para ello sería preciso que las fuerzas de la
calle, Podemos, Ganemos, y las de izquierdas, como IU, o Equo se coaligaran
antes de las elecciones para ser la fuerza más votada. Si a ese frente se
quisieran sumar las bases del PSOE, o simplemente votaran a esa coalición los cientos
de miles de socialistas descontentos, podría ganarse la dignidad y la justicia.
Son cientos de miles quienes votaron al PSOE en el
pasado que en el presente están hartos de la una política socioliberal que no
tiene trazas de ir a cambiar en el partido fundado por Pablo Iglesias Posse,
que no es ya ni una caricatura de lo que fueron sus postulados. Bastaría que
esas personas apoyasen una coalición ciudadana para plantar cara a la actual
situación de abusos, de arbitrariedades y miserias que se sufren en un país
gobernado por avariciosos corruptos de variada calaña, que han venido
apoyándose entre sí a lo largo de décadas para mantener sus privilegios frente
al pueblo.
PP y PSOE apoyaron a CiU y su corrupto Poc
Honorable Jordi Pujol, durante décadas a cambio de su apoyo para que
gobernasen. ‘Perro no como carne de perro’, decimos los periodistas. Y los
perros del poder no se mordieron nunca porque tenía mucha presa que repartirse,
con la que nutrirse; comisiones por contratos públicos, corrupción y tolerancia
con la del contrario a cambio de ‘apoyos de gobernabilidad’ que no eran sino
apoyos de latrocinio. Y no nos engañemos, mientras mantengan el poder en sus
manos seguirán perpetuando esas mañas. Cuando hablan de leyes de transparencia,
de dignificar la democracia, no hay tras de ello más que la voluntad de engañar
a los incautos votantes que en algún momento de obnubilación mental puede
llegar a creer que están dispuestos a ser decentes.
Mas ¿qué decencia se puede esperar de políticos
que han cabalgado sobre los corceles de la especulación financiera, navegado en
los yates de los beneficios ilegales? Un ejemplo de esa connivencia del poder
con la plutocracia son las SICAV, sociedades de inversión colectiva –en teoría,
porque suelen pertenecer a grandes fortunas que se esconden en ellas para
tributar por sus fortunas tan solo el 1%- creadas en 1990 por el Gobierno
supuestamente socialista de Felipe González, que con los Gobiernos de Aznar se
impulsaron aún más. Para mayor abuso, el autoproclamado ‘rojo’ Zapatero,
concedió a las SICAV el privilegio de que la inspección tributaria de esas
sociedades pasase a depender no de los técnicos de Hacienda, sino de la CNMV,
decisión que llegó justo cuando los inspectores denunciaron que habían
comprobado que varias fortunas usaban esos vehículos de manera fraudulenta y
dictaminaron que debía obligárseles a tributar por el tipo correspondiente del
Impuesto de Sociedades (entonces, 35%). En lo transcurrido de 2014 se han
creado más de cuatrocientas nuevas SICAV, una manera más de defraudar al fisco
y, en suma, robar a los ciudadanos.
Con políticas económicas como esas, amparadas por
PP y PSOE sin distinción, no cabe esperar que, por muchos eslóganes
supuestamente socialistas que pronuncie el nuevo secretario general de ese
partido, Pedro Sánchez, vayan a cambiar sus políticas económicas de compromiso
con la oligarquía. Y, obviamente, el PP, que es la oligarquía misma en el
poder, tampoco modificará su conducta de privilegiar a poderosos, especuladores
y corruptos.
Según una encuesta publicada hoy en el diario El
Mundo, Podemos, la fuerza liderada por Pablo Iglesias, se sitúa en intención de
voto a un solo punto del POSE, que se queda a diez puntos del PP. Los
socialistas debieran tomar nota de lo que les conviene, y abrirse a posibles
coaliciones con las fuerzas de izquierdas, que permitan la constitución de un
Gobierno que desaloje a una derecha depredadora que no hace otra cosa que
obedecer las órdenes de la Fürheresa Merkel. El PSOE debe abandonar la idea de
que podrá gobernar en solitario, porque el electorado no se fía ya de las
propuestas de ese partido. Y si en lo que están pensando sus dirigentes es
seguir los consejos de un Felipe González o un José Bono, de formar una
coalición con el PP pueden ir pensando en pasar al grupo mixto, que es donde le
relegarán sus votantes, que nunca fueron, por mucho que sus equivocados
análisis electorales lo digan, de centro.
Ha de ser el pueblo, un frente ciudadano, el que
tome las riendas del Estado para dar la vuelta a una situación insufrible de
injusticias, latrocinio y corrupción, con la que los minoritarios poderosos
están acabando con los derechos y la dignidad del pueblo. Podemos, Ganemos,
Equo e IU deberían renunciar a personalismos y futilidades para coaligarse y
así recuperar el poder de la ciudadanía.
Cuando hay que unirse a otros partidos,, estaremos dejando algo en el cambio, Nadie de los que nombras van a ceder su lugar,, y aunque asi fuese pronto se veria PODEMOS apresado y sin poder desarrolar sus planteamientos como Partido Politico Yo confio en PODEMOS,, y muchas mas personas que necesitan cambiar ese sistema, Como bien expone ese comentario unir las fuerzas seria todo un logro,,, pero perderiamos la esencia que tiene el partido,, habrian que seguir todos a una,, lo que marque un nuevo estatuto,, que tendria sus dificultades,, pero algo hay que hacer,, ya que si nos movemos todos con una sola voz,, nos vamos a quedar en poco mas que lon que hay,, es decir,,, que poco van a variar ese pais,, ya que hay muchos intersados a que eso se quede tal cual esta. Ante un situación asi,,, ha de haber alguien que les plante cara,, solos imposible,, y unidos tengo mis dudas,, es algo dificil,. Podria haber una solución, seria que todo el que quiera cambiar ese sistema,,, que vote a PODEMOS,,,, si si,, no digo ningun disparate,, hasta los del PP,, deberian darse cuenta que no trabajan para organizar una vida en común lara todos los ciudadanos, solo miran de adueñarsee de lo poco que queda expliable en España., Los cristianos de buena fé,, no deberian militar en el PP,, tampoco las personas horrada, que tengan un poco de humanidad,, porque no me negarñan que nadie sabe,, lo que pasa en el PP,, y que nadie de ellos se entera. Poe sus obras los conocereis,,,, por lo tanto actuar en consecuencia,
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