lunes, 19 de enero de 2015

El caso de Patricia Heras: Historia de una ignominia




La emisión en TV3 del documental Barcelona ciutat morta, que narra el caso de abusos policiales que acabaron costando la vida a una joven poetisa, Patricia Heras, que se suicidó durante un permiso de la cárcel a donde fue enviada con falsas pruebas aportadas por policías corruptos, cobró actualidad y dio lugar a manifestaciones en la noche del sábado, tras conocerse la censura de cinco minutos a la que se sometió el corto por orden judicial. 

La emisión del documental, que recibió diversos galardones internacionales y a cuya emisión se negó TV3 durante años, produjo  una gran alarma social en los ciudadanos al conocer un hecho tan trágico e injusto, acallado por la prensa y las autoridades municipales de Barcelona. 

El primer teniente de alcalde de Barcelona y responsable del área de Seguridad, Joaquim Forn, compareció este lunes ante los medios para asegurar que el Ayuntamiento de Barcelona llevará el documental ante la Fiscalía por si considera que hay nuevas pruebas que permitan reabrir el caso, que se produjo el  4 de febrero de 2006, cuando la policía disolvió una fiesta en un local okupado, propiedad del ayuntamiento, en el distrito de Ciutat Vella, en Barcelona. 

Siete jóvenes que estaban en la calle fueron detenidos, torturados y declarados culpables. Acabaron en el Hospital del Mar de Barcelona donde coincidieron con Patricia Heras y su amigo Alfredo, que habían sufrido un accidente de bicicleta. La policía pensó que también estaban involucrados en los hechos y acabaron en prisión y condenados en 2010. Heras se suicidó al salir de la cárcel un año después.

El documental, que narra el caso de Patricia Heras, pone en evidencia la existencia de una trama corrupta y la tolerancia con modos policiales propios de una dictadura, un caso espeluznante e impune que muchos ciudadanos no conocían por el silencio de los medios ‘oficiales’ y que se han visto sacudidos por la crueldad e impunidad de los abusos de poder policiales, ocultados, cuando no consentidos, por los políticos. 

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2 comentarios:

  1. Años más tarde, al detener al "negrito equivocado" (por favor, léase de manera cínica-irónica) ya enlazaron que estos agentes toruraban por placer y falsificaban pruebas y testimonios. Pero se sabía de antes, aunque obviaron los evidentes informes forenses y muchas otras cosas. Es de escándalo. Llevo demasiados años en Barcelona para ver que el documental no tiene ni un ápice de exagerado. Me produjo tal impotencia y frustración recordar todo con esa viveza de los narradores, que me quedé con vista borrosa muchas horas, durmiendo fatal por la noche y casi vomito en dos ocasiones en el transcurso del mismo. Por cierto, que me lo descargué de youtube en su versión no censurada y con subtítulos.

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  2. Gracias, Patricia Heras, nos has resucitado a una ciudad de zombies. Dios te bendiga, ya que nos juzgan por las vestimentas y apariencias. Yo soy gótica y visto de tal, sí que me siento juzgada aunque ceda mecánicamente los asientos en el metro y en el bus y no tenga ni una maldita multa de tráfico. Es escandaloso que por tu manera de vestir (y encima con su escasa documentación policial para distinguir la indumentaria y meternos a todos en el mismo saco) y sin estar ni en el lugar de los hechos... Eres tan pura y valiente que te suicidaste, otros estamos tan contaminados de mierda que seguimos adelante como podemos.

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