domingo, 29 de junio de 2014

La irracional enemiga del PSOE hacia ‘Podemos’.

La irrupción de ‘Podemos’ en el panorama político, con los sorprendentes resultados en las elecciones europeas de un partido al que ni contemplaban las encuestas de intención de voto, supuso un terremoto para los grandes partidos al constatar que cerca de un millón trescientos mil electores le habían dado el voto a una formación de tan solo tres meses de existencia. La reacción del PP ante la aparición de un partido de izquierdas podría entenderse, dada su abismal diferencia ideológica con lo que representa ‘Podemos’; lo que sorprende es que el PSOE, un partido en teoría de izquierdas, se haya obsesionado con la formación de Pablo Iglesias al extremo de dedicarle a diario más invectivas y críticas que al PP, su, supuestamente, contrincante natural.

El candidato a la Secretaria General del PSOE con más posibilidades de triunfar según las encuestas, Eduardo Madina, parece haber centrado su discurso en atacar a ‘Podemos’ antes que al PP, después de decir, en los primeros días de su campaña, que no tendría inconveniente en hablar con dicha formación. Sin embargo, rápidamente cambió su discurso, e hizo a Pablo Iglesias Turrión objeto de todas sus críticas y denuestos. Por su parte, la portavoz en el Congreso, Soraya Rodríguez, cayó en las mismas obsesiones de la derecha, al manifestar que confiaba en que ‘Podemos’ diera explicaciones sobre su relación con Venezuela, tras una información del diario El País que vinculaba a la nueva formación con la fundación CEPS y la financiación por parte del partido de Chávez. Resulta curioso que el PSOE haya mostrado más interés en la hipotética relación de Pablo Iglesias con Venezuela –país donde se celebran elecciones democráticas con la presencia de observadores que nunca detectaron trampa alguna- que con las que pueda tener el Presidente del Gobierno, Mariano Raxoi, con el dictador guineano Teodoro Obiang.

Aunque no han sido los socialistas del llamado ‘aparato’ los únicos ganados por una obsesión casi enfermiza contra ‘Podemos’, porque, desde ideólogos, como Ignacio Sotelo, a sus bases, todos lanzan dardos contra una formación que ha conseguido crear entusiasmo en una sociedad maltratada por un poder sometido a la dictadura del dinero, sin distinción entre derechas o supuesta izquierda. Así, Sotelo, profesor de Ciencia Política de la Universidad Libre de Berlín, otrora militante en la corriente Izquierda Socialista, que representaba la opción más radical del PSOE, en declaraciones al diario Público, se despachó contra ‘Podemos’ y su líder, con afirmaciones tan absurdas –en cuanto que ni las razona- como que Pablo Iglesias es "falso como nadie y un dictador nato", para añadir Sotelo: "Podemos es peligroso porque es un centro de demagogia, populismo y, sobre todo, de anticapitalismo que no es realizable. Porque contra el capitalismo financiero hay que luchar contra él desde dentro sabiendo que va a durar mucho", quien considera que los fundadores de la iniciativa ciudadana como Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias "son peligrosísimos, porque encarnan uno de los peligros enormes, que es el chavismo". Peligro, obvio es decirlo, para ese capitalismo financiero que Sotelo parece defender.

La obsesión de los socialistas contra lo que llaman ‘el chavismo de ‘Podemos’, sin reparar en que las opciones económicas de Pablo Iglesias se aplicaron también en países como Islandia, parece más propia de la extrema derecha que de un partido que, supuestamente, tiene en sus orígenes el socialismo. El rechazo a las opciones, como la denuncia de la Deuda Odiosa, o la nacionalización de la banca, o la lucha contra los oligopolios que plantea ‘Podemos’ son medidas que se podrían tomar sin violentar en absoluto la Constitución, como lo sería la reforma fiscal que plantea Pablo Iglesias, mucho más cercana al planteamiento constitucional de fiscalidad progresiva, que a las medidas de la derecha que impone el PP y que también llevó a cabo el PSOE.

La realidad es que ‘Podemos’ contó con muchos votos que, antes de la crisis y del sometimiento del PSOE a las teorías económicas neoliberales, iban a ese partido. La penuria causada por la crisis ha puesto en evidencia que esas políticas neoliberales no hacen sino acabar con los derechos y las libertades, con el Estado del Bienestar, en suma. Y la ciudadanía, que sufre las consecuencias de esas políticas que dejaron un 28% de pobres, y a niños malnutridos, a estudiantes sin becas y a enfermos sin fármacos, es decir, en carne propia la decisión tomada por el PSOE, con los votos del PP, de incluir el articulo 135 donde nunca debió, poniendo así a la economía española al servicio de la banca alemana, sabe que ese partido nunca cambiará ese modelo económico, ni abandonará su sometimiento a los intereses de los bancos, que, a cambio de su colaboración, le condona los elevados créditos que viene solicitando desde hace años para llevar a cabo sus campañas electorales, tampoco su complacencia a las empresas energéticas cuando muchos de sus más significativos dirigentes se sientan en los sillones de los Consejos de Administración de las mismas.

Se podría entender la enemiga de los altos dirigentes del PSOE a ‘Podemos’ porque si ese partido es capaz de llegar al poder se les acabarían los privilegios. Lo que cuesta más trabajo asumir es que existan militantes de a pie que, como cándidos infantes, asuman el discurso de unos dirigentes que llevan años ignorando sus aspiraciones, y aun así, muestran una fe ciega en ellos, más propia de fanáticos religiosos que de personas de supuesta izquierda, hija de la razón y el pensamiento libre.

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