domingo, 23 de noviembre de 2014

Desde La Sexta a El País todos los medios unidos contra Podemos. O como el miedo se torna en agresividad.




Está aterrorizada, la casta está amedrentada ante la posibilidad de que se les escape el chollo de las manos. Treinta y ocho años disponiendo de lo público a su antojo, manipulando a la opinión pública, abusando de la ciudadanía se tambalean ante el empuje de un partido político joven y que está despertando el entusiasmo en una población cansada de corrupción, de abusos y latrocinios. Y su reacción es la de todo animal acorralado. La de un peligroso alacrán que expele su veneno sin contención ante el peligro de perder sus privilegios y su impunidad. 

Desde que Podemos se constituyó en partido político, apenas hace dos semanas, los medios, incluida la hasta hace pocas semanas imparcial La Sexta, se lanzaron contra los más conocidos representantes de Podemos: Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero... La bochornosa entrevista realizada por Ana Pastor en El Objetivo, o el programa de La Sextanoche del sábado, que se convirtió en un aquelarre contra Podemos, la cadena de Atresmedia se sumó a la descalificación de Podemos, contando con un chafardero economista de la casta que, como mejor argumento utilizó el bajuno razonamiento de que a los economistas encargados del programa económico de esa formación, Vicenç Navarro y Juan Torres, 'no acuden a los foros económicos que yo frecuento, no los conoce nadie'. 

Sin embargo, Navarro fue asesor de la Organización de las Naciones Unidas, de la Organización Mundial de la Salud, del gobierno de Salvador Allende, del socialdemócrata sueco, de varios gobiernos estadounidenses -entre ellos el de Bill Clinton- y del Congreso de Estados Unidos. En 1992, Hillary Rodham Clinton, responsable del grupo de trabajo encargado de realizar la reforma sanitaria, le invitó a integrarse, trabajando en la Casa Blanca durante 1993. En España fue Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona y en la actualidad es catedrático de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona), profesor de Políticas Públicas, en la Johns Hopkins University  de Washington, donde dirige el Programa de Políticas Públicas y Sociales y, además, dirige el Observatorio Social de España, una red de académicos e investigadores de varias universidades, expertos en el estudio de diversas áreas del Estado del Bienestar y es rector emérito de la Universitat Progressista d'Estiu de Catalunya. Según el Lauder Institute, es uno de los científicos sociales españoles más citados del mundo. Mas nada de eso es válido para un casi anónimo profesor del Icade, que ni siquiera es mencionado en la Wiquipedia, tan solo le conocen los espectadores de La Sexta. 

Por su parte, Juan Torres, al que el mediático y gris Diez califica como ‘desconocido’, es catedrático de Economía aplicada en la Universidad de Sevilla donde participa en el Grupo de Investigación Teoría Económica y Economía Política, miembro del Consejo Científico de Attac España,y autor de cerca de una  treintena de libros sobre economía y centenares de artículos algunos de ellos publicados en la web Ganas de Escribir, así como en la dedicada a información económica altereconomia.org, de la que es coordinador. Crítico con las políticas de austeridad de la UE, el diario El País, siempre al servicio de los amos del dinero, censuró uno de sus artículos, titulado ‘Alemania contra Europa’, en el que expresaba algo que muchos ciudadanos españoles, griegos, italianos, portugueses o irlandeses comparten: "Merkel, como Hitler, ha declarado la guerra al resto del continente, ahora para garantizarse su espacio vital económico".

Diez argumentó, en el mencionado programa de la cadena de Lara, después de insistir en que Podemos carece de programa –latiguillo que repiten tertulianos de todo pelaje, economistas de segunda fila y periodistas servidores de la casta, como si no gobernase un partido que llegó al poder escondiéndolo-, que una de sus propuestas, la de la renta básica para proporcionar a los parados dignidad y capacidad de negociar salarios justos ante los feudales empresarios, sería imposible de afrontar. Es un mantra que repiten hasta la saciedad todos los integrantes de la casta: la prensa, los partidos políticos desde la más reaccionaria derecha hasta los supuestos socialdemócratas del PSOE, muchas veces caricaturizando la medida al decir que esa subvención la quiere Podemos hacer universal, y calculando los seiscientos euros en los que cuantifica el partido de Pablo Iglesias la ayuda, como si se le fuese a entregar a todos los censados en este país, alrededor de cuarenta y seis millones. Otros tienen algo más de dignidad y aceptan que esa subvención solo alcanzaría a los cinco millones y pico de parados. E insisten en la imposibilidad de sufragarla con el dinero de las arcas públicas. 

Nadie se ha molestado en pensar que esos 3.300 millones que supondrían los 600 euros destinados a cinco millones y medio de personas serían muy fáciles de recaudar con tan solo eliminar la subvención a la secta católica, 169.000 millones anuales, los 22.000 de las Diputaciones Provinciales, y al tiempo se recuperasen los 42.000 millones que defraudan las grandes empresas y fortunas, por ejemplo durante 2013. Si se sumasen a esa cantidad la supresión de los elevados gastos del Ministerio de Defensa y el sueldo de los cientos de miles de asesores a cargo de las arcas públicas, dedicados a pasar la mano por el lomo a sus señoritos políticos, se podría contar con los fondos suficientes para abonar esa subvención. No hace falta ser un avezado economista para hacer esas fáciles cuentas de la vieja. Mas la seriedad y la realidad no casan bien con la persecución obsesiva contra Podemos que practican por igual medios de comunicación e integrantes de partidos políticos, ya sean dirigentes o militantes de base. Resulta especialmente  patético oír a los socialistas, o ver la actitud de militantes de base de esa formación, que propagan machaconamente, las redes sociales, las falacias de la caverna mediática, uniéndose a la ultraderecha con tal de descalificar a Podemos.

La campaña emprendida contra Íñigo Errejón por sus trabajos en la Universidad de Granada, ha sido solo el pistoletazo de salida de la difamación, la descalificación y las insidias que, a partir de ahora, veremos contra Podemos con insistencia diaria. Desde los medios que recogen la inquietud o preocupación de los empresarios, como hacía el domingo El País –y que impelen a recordar las palabras de Andreita Fabra ante los recortes impuestos a los trabajadores por el Gobierno de Raxoi-, a los twist de deportistas ágrafos, como el futbolista español del Tottenham Hotspur, Roberto Soldado, que expresó, con el rico lenguaje que suelen emplear quienes utilizan la cabeza para golpear con ella, la siguiente frase: “¿De verdad que tenemos seguir escuchando a Pablo Iglesias y su cuadrilla? ¿Alguien confía en ellos? Ya tenemos bastante con lo que tenemos". Y es que todos aquellos que, de una manera u otra, llevan años beneficiándose de un sistema injusto, depredador con los débiles y ladrón, clamarán e inventarán falacias contra Podemos. 

Va a ser una lucha desigual y cansina.

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