La
desfachatez y el cinismo de los medios se supera día a día a la hora de lanzar
insidias o críticas contra Podemos y sus dirigentes. Las palabras de Juan Carlos
Monedero, que afirmó en un mitin “nos han declarado la guerra”, sentaron muy
mal a periodistas y políticos, aunque no deje ser una palmaria realidad.
A
la cadena de Atresmedia –propiedad de José Manuel Lara- no le gustaron esas
palabras, ni que el número tres de Podemos esquivase a la prensa a la salida de
un acto público. La consigna en La Sexta debe ser la de todos los medios del
sistema: todos contra Podemos. Y así lo está poniendo en evidencia en sus
programas, como la entrevista que emitió el pasado sábado con Pablo Iglesias,
en la que no le dejaron hablar del programa o las propuestas de Podemos, sino
que le bombardearon con preguntas absurdas sobre inexactos e inventados casos
de corrupción, que deben responder a la consigna gubernamental de que laven el
cerebro a la ciudadanía haciéndola creer que ‘todos son iguales y que en todos
los partidos hay casos de corrupción’, como si fuese lo mismo asaltar las arcas
del Estado hasta dejarlas exhaustas a no pedir autorización por escrito a una
facultad.
El
País, que desde que existe Podemos ha cambiado su persecución e inventos sobre
Venezuela –y hay que recordar que en su obsesión contra ese país protagonizó el
más vergonzoso patinazo, publicando una falsa foto de la agonía de Chávez-, por
su inquina obsesiva contra Podemos quedó ayer en evidencia al demostrarse que
el artículo sobre el currículo de Monedero era todo una mendacidad. Aunque a
los medios les viene muy bien la existencia de Podemos para distraer a la
ciudadanía de las iniquidades del Gobierno de Raxoi y la fétida corrupción en el
seno del PP, de la que cada día se conocen nuevos detalles o se desvelan casos
ignorados.
La
prensa oculta que el Gobierno presidido por Mariano Raxoi no cesa, a meses de
las elecciones, de aprobar medidas impopulares y dañinas para la ciudanía, en
un afán estúpido de imponer un modelo social y económico que durará lo que dure
en el Gobierno. Hace pocos días consumaba la privatización de AENA. Al tiempo
sus correligionarios de Madrid, siguiendo la consigna del Gobierno, y
seguramente obedeciendo la de los empresarios que sufragan sus campañas
electorales tramposas, impone un modelo económico basado de nuevo en el
ladrillo. El mismo que llevó a este país a la quiebra, pero que tantos
beneficios dejó a la oligarquía. Y siguen en ello. No solo aprueban la
construcción de macroproyectos como el que se desarrollará en el Distrito Castellana,
del que presumen que creará miles de puestos de trabajo, en la construcción,
para personas sin cualificación profesional y más que mal pagadas,
auténticamente explotadas.
Al
Gobierno no le interesa por esas razones ni promover la I+D+i, ni a los
investigadores, ni que exista gente con buena formación. Quiere esclavos, no
gente formada que, por ende, tiene un espíritu rebelde y crítico y no suele ser
obediente votante del PP. De ahí las inicuas medidas sobre Educación que viene
tomando el Gobierno sobre esa materia. Desde la Ley Wert, hecha para expulsar
de la educación a los niños de familias menos favorecidas, a la última reforma
universitaria, que ya ha concitado la repulsa de la comunidad educativa,
consistente en rebajar el número de años de las carreras universitarias, para
que se completen con carísimos masters que solo podrán costearse los
estudiantes de familias pudientes, dado que el coste de los mismo superarán los
dos o tres mil euros por curso.
El
PP no cesa de tomar medidas que fomenten la nefasta, aunque muy rentable para
la oligarquía del ladrillo, y para él mismo. Porque no es solo la aprobación de
macroproyectos innecesarios para las ciudades, lo que pone en práctica el
Gobierno para seguir con la economía de los pelotazos urbanísticos, sino la
política contra la conservación del medio ambiente pensada únicamente para los
promotores inmobiliarios, para quienes hicieron, y seguirán haciendo, -sino se
echa del poder a esos depredadores- un erial de los espacios naturales para
hacer negocios los de siempre. Así la nueva Ley de Montes lo que contempla es
la desregulación, permitir construir sin tasa y aprovecharse de los espacios
quemados en los que podrán construirse sin respetar los 30 años que fijaba la
ley anterior como elemento disuasorio de los pirómanos interesados.
Mas
no puede sorprender que el Gobierno de Raxoi en particular y los políticos del
PP en general, carezcan de sensibilidad medioambiental, ya que carecen de ella
en absoluto con los humanos, si se tiene en cuenta que está dejando morir a más
de diez personas diarias, víctimas de Hepatitis C, por ahorrar dinero en el
caro tratamiento con Sovaldi, al tiempo que derrochan el de todos regalando
169.000 millones de euros al año a la secta católica, más todos los millones
que el PP, a través de sus más ilustres corruptos, afanó de las arcas del
Estado.
Insensibles
y crueles, no cesan en medidas que no tienen sentido si no se buscan
explicaciones en su ideología reaccionaria, machista y beata. Porque solo respondiendo
a su afán de mantener el modelo de familia patriarcal puede entenderse que legislen
para permitir a los jueces que puedan autorizar a los maltratadores visitar a
sus hijos, pese a los antecedentes de casos espeluznantes de maltratadores que,
para vengarse de sus mujeres, asesinaron a sus hijos en el periodo fijado por
un juez para tenerlos consigo. Ahí están, en la memoria de todos, los casos Bretón
o el más reciente del parricida de Carabanchel –Madrid- que el pasado mes de
marzo asesinó a su hijo de 19 meses y lesionó gravemente a otro de cinco años. Mas
al reaccionario PP no parecen importarle la vida de los menores, una vez que
nacen y dejan de ser células fecundadas para convertirse en personitas, lo que
le interesa es fomentar el modelo de familia patriarcal, jerárquica y
heterosexual, que impone la secta católica, en la que militan la mayoría de sus
miembros.
A
los que, sin duda, no les debe parecer pecaminosa la corrupción ya que
transigen con ella, la toleran, o incluso, participan en ella. Del Presidente
abajo, todos. Hoy se ha conocido, a través de la web Espía en el Congreso,
nuevas maniobras del Presidente del Gobierno para neutralizar a Bárcenas,
contando con un exministro de Aznar, presuntamente pringado en un caso de
corrupción impune del que nunca dieron cuenta los medios, ni la oposición del
PSOE se enteró, o hizo como que no se enteraba. Lo que no hace ahora con
Podemos, al que pide explicaciones sobre los contratos de Monedero o Errejón
que no pidió de los despilfarros de Caja Madrid, donde algunos de sus
correligionarios se lucraban con el latrocinio a lo público de esa entidad.
El
‘Espía en el Congreso’ revela que Raxoi proporcionó al exministro Justicia de
Aznar, José María Michavilla, un puesto en el Consejo de Estado, y le eligió
como mediador con Bárcenas, olvidando el asunto que le costó el escaño, cuando,
a través del alcalde de Badilla del Monte, Rodríguez Panero, procesado en el
caso Gürtel, intentó conseguir nada menos que seis millones de euros de la
Mutua, que pretendía construir en ese municipio un hospital, dos centros de
investigación y una Universidad, sobre una superficie de 50 hectáreas, con un
presupuesto de 600 millones de euros, según cuenta el periodista Ángel Sanz,
que asegura que a los directivos de esa empresa Michavilla les exigió seis
millones de euros por la intermediación como asesores en la consecución del
proyecto, después de que Rodríguez Panero impusiera al despacho de Mediavilla y
Acebes como asesores para el papeleo del citado proyecto.
El
Gobierno de Raxoi, el PSOE, que mantiene una connivencia intolerable con el PP,
y la prensa del sistema, están dispuestos a mantener contra Podemos una guerra,
y bien sucia por cierto. Mientras tanto el Gobierno impone un modelo económico
lesivo para los ciudadanos pero muy rentable para sus amigos, al tiempo que
legisla medidas propias del siglo XIX en cuanto al acceso a la Educación o las
relaciones familiares.
Las
cosas irán a peor si el pueblo no reacciona y se libra de ellos, como han hecho
los griegos con los conservadores y el PASOK.