miércoles, 23 de julio de 2014

El PP habla cada día de Podemos para distraer de sus abusos y miserias.



‘Telepredicador’, ‘populista’, ‘peligro para la democracia’… son algunos de los epítetos que los dirigentes del PP vienen dirigiendo al líder de Podemos, Pablo Iglesias, y en general a toda la formación. No hay día que la caverna mediática o Esperanza Aguirre, Carlos Floriano, Esteban González Pons o cualesquiera otros dirigentes del PP dejen caer algunas palabras, siempre ofensivas, contra Podemos y sus votantes. Pareciera que el PP estuviese obsesionado con Pablo Iglesias, Carlos Monedero o Íñigo Errejón, como si estos fuesen enemigos públicos en lugar de políticos de una formación con los mismos derechos que el resto de las  existentes en el país. 
 
El PP ha cambiado su obsesión descalificadora contra el PSOE –cuando Zapatero era el responsable de todos los males existentes en el mundo- por su rabia contra Podemos. Es evidente que la formación que lidera Pablo Iglesias es la antítesis del PP. Se trata de políticos vírgenes, sin condicionantes ni supeditaciones a los bancos, sin deseos de formar parte de los Consejos de Administración de las empresas energéticas, sin el afán, tan frecuente en los políticos de de este país, de llegar a al poltrona para forrarse. Han renunciado a parte de sus sueldos en el Parlamento Europeo para ayudar a la gente, y plantean unas medidas que, de llegar al Gobierno, librarán a este país de la supeditación a los bancos, a las empresas energéticas y la brecha social, todo dentro de la Constitución que tanto invoca el PP y tan poco cumple. 


La gente confía en Podemos y las encuestas de intención de voto reflejan la espectacular subida de la formación más allá de lo que en un principio algunos pensaron un espejismo en las europeas. Todo eso tiene muy nervioso al PP, pero también parece haber encontrado en las críticas a Podemos y a Pablo Iglesias –sobre el que cada día lanzan un infundio inmediatamente desmentido-, un parapeto, la base de una maniobra de distracción, para que otras noticias no sean analizadas en las tertulias ni explicadas en los medios.


Si la emprenden por cualquier asunto contra Pablo Iglesias quizá no haya espacio ni tiempo para contar a televidentes o lectores los muchos abusos, dislates y miserias del PP. Así, por ejemplo, pasa desapercibido el desatino y abuso que supone que, al tiempo que el Gobierno aplica recortes incontables sobre los derechos de los ciudadanos, se gaste más de dieciséis millones de euros en remodelar, amueblar y decorar los despachos de los ministros y altos cargos en diversos ministerios. O que el Congreso convoque un concurso para facilitar a sus señorías el uso gratuito de Iphones y Adsl hasta en sus casas, por un valor de 1.5 millones de euros, como si los diputados, con los sueldos que reciben, no pudieran pagar la factura del teléfono o de Internet. O que haya dedicado más de cuatro millones de euros a obras en el Congreso. 


Dirá el PP que esos casos son lo que vulgarmente se dice ‘el chocolate del loro’, pero tantas tabletas pueden suponer prestaciones sociales, sanidad o educación, la misma que recorta de manera implacable el Gobierno. ¿Cuántas prestaciones a Dependencia, podrían pagarse si los diputados del PP, con varias propiedades inmobiliarias en Madrid renunciasen a los 1.800 euros de suplemento a la vivienda? 


Mas hay casos más graves, de un gasto que nunca tendría que haberse producido, el del rescate a la banca, causante de una deuda del casi el 100% del PIB que no tendrían por qué asumir los españoles. Solo con el rescate de Caixa Banc, que costó más de doce mil millones a las arcas públicas, se podría haber costeado, la suma de todos los recortes en sanidad y educación hasta el año 2013  - 13.800 millones de euros-.

Sin duda, si alguno de esos populares que consideran que los políticos tienen derecho a privilegios sin cuento porque algunos de ellos ganarían más en la empresa privada –nos harían un gran favor si se fuesen a esas empresas que tanto les pagarían según ellos-, al ignorar que la política bien entendida es un servicio a la sociedad y no una actividad lucrativa. Pero a ver quién le explica eso a un partido que lleva veinte años, que se sepa, financiándose irregularmente y algunos de cuyos miembros presumieron en el pasado de ‘estar en la política para forrarse’. 


Da la impresión de que con sus constantes ataques a Podemos, los dirigentes del PP pretenden que nos olvidemos del caso Gürtel, del caso Brugal, de la ilegal financiación de la sede de Génova 13; de la reforma de la ley del aborto, que Gallardón pretende perpetrar con veraniega alevosía. O que no sigamos con demasiado interés las peripecias de algunos de sus miembros con un pie en la cárcel, como el expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, que alardeó ante la prensa de que él jamás pisaría una prisión y hoy el Tribunal Supremo ha ordenado su encarcelamiento.

Arbitrarios, injustos, represores y corruptos. Los políticos del PP, muchos de ellos inmersos en causas judiciales, o señalados como tales pese a que la prescripción a causa de la lentitud de la Justicia los haya librado del castigo, utilizan a Podemos como el payaso de las bofetadas del circo de su inoperancia y torpeza política, de sus injustas decisiones y sus escasamente honestas prácticas. 


Algunos de entre ellos piensan que los ataques a Pablo Iglesias y a Podemos puede acabar costándoles caro, porque cuanto más hablan de ellos más propaganda les hacen, y más simpatías recogen. 


Les va a dar igual. Hablen o no de Podemos, la realidad es que la ciudadanía considera que esa formación puede dar un giro al destino de pobreza, desesperanza y latrocinio que ha impuesto el PP.

1 comentario:

  1. Asi es,,, yo confio en PODEMOS,, y si pensamos friamente con la cabeza despejada,, nos daremos cuenta,, que es el unico partido que puede hacer algo para sacarnos de esa desesperanza. Los ciudadano, saben lo que han de hacer, y lo harán,, por mucho que digan barbaridade de PODEMOS.. Hemos llegadoa una situación que se hace insostenible,, y eso lo hemos de correguir sea como sea y cueste lo que cueste mal les pese a muchos,

    ResponderEliminar