Ni
las televisiones ni los diarios de papel dieron cuenta hoy de una noticia que
es de suma importancia para los países del sur de Europa: La auditoría de la
deuda griega comenzó ya a rodar con la intervención de los expertos en el
Parlamento Europeo. La auditoría de la deuda griega la realizará un comité de
expertos, presidido por el prestigioso economista Éric Toussaint, del que ya se
habló en este blog hace unos meses, para dar cuenta de su participación en
Semana Galega de Filosofía, celebrada en abril de 2012. http://periodistaparada.blogspot.com.es/2012/04/movilizarse-y-desatender-la-deuda-los.html
Éric
Toussaint, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Lieja -Bélgica- y
de la Universidad Paris VIII, Maître de conférences en la Universidad de Lieja,
presidente del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM),
miembro del Consejo Internacional del Foro Social Mundial desde su fundación en
2001 y miembro de la CAIC-Ecuador (Comisión presidencial de Auditoria Integral
del Crédito publico), intervino en pasadas fechas también en el parlamento
griego, para exponer las líneas maestras de la auditoría sobre la deuda pública
griega que demostrará que una gran parte de la contraída antes y durante la
intervención de la troika tiene un carácter “ilegítimo, ilegal, odioso e
insostenible”. El alcance del comité, no se limitará a señalar qué porción de
la deuda es tóxica. “También demostraremos igualmente las responsabilidades de
aquellos que han sacado provecho de la situación, tanto en Grecia como los
círculos financieros a nivel internacional, pasando por las grandes compañías
industriales en el corazón de las instituciones europeas”, explicó Tussaint. De
momento, los expertos ya han puesto sus ojos en La troika, Goldman Sachs,
Siemens y la dictadura de los coroneles como responsables de la insoportable
deuda que lleva abocando a los griegos a niveles insufribles de pobreza.
Y
aunque los medios nacionales estén ocultando la realización de una auditoría de
la deuda acordada por el gobierno griego de Syriza, la medida es de suma
importancia para toda Europa, sobre todo para los países del sur, atenazados
por las draconianas condiciones que imponen los países del norte, sobre todo
Alemania que, entre otras cosas, se permite, por boca de su repulsivo ministro
de economía, Wolfgang Schäuble, criticar a los jóvenes españoles porque emigran
poco, seguramente porque quiere mano de obra barata para explotarla, como
hacían con los judíos los fabricantes de armas en la época nazi.
La
decisión de Grecia de auditar su deuda abre una puerta de esperanza a los
ciudadanos de los países del sur, que ven como el pago de una deuda imposible,
que crece de forma exponencial –la de nuestro país ya supera el 98% del PIB-,
les sume en la miseria y la pérdida de derechos sociales, con la complicidad de
gobiernos, como el español, que se someten como borregos a los dictados de
Alemania, sin tener en cuenta el sufrimiento de los ciudadanos.
Algo
se está moviendo en Europa, y no solo por la auditoría de la deuda griega. Hoy,
en Fráncfort, miles de personas, llegadas de todos los rincones de Europa, se
manifestaron en contra de la inauguración de la nueva sede del BCE, que,
construido durante doce años, tuvo un coste de 1.300 millones de euros. La
convocatoria partió del grupo Blockupy, nacido a raíz de las protestas de Occupy
Wall Street de 2011. La manifestación era una respuesta a la imposición de la
austeridad por parte de la dirección de la UE y la troika, al tiempo que sus
instituciones derrochan el dinero de los europeos en sedes millonarias y
cientos de miles de funcionarios.
Pese
a que la protesta se quería pacifica hubo importantes disturbios, según algunos
participantes provocados por la propia policía alemana que, dicen, estuvo
esperando su llegada para disparar botes de humo contra ellos. "Nuestra protesta es contra el BCE, como
miembro de la troika, que, a pesar del hecho de que no es elegido
democráticamente, dificulta la labor del gobierno griego. Queremos que la
política de austeridad en Europa llegue a su fin”, explicaba Ulrich Wilken, uno
de los organizadores de la protesta, a la agencia Reuters. La manifestación
terminó con 18 detenidos y varios heridos, porque, según relató el eurodiputado
de Podemos, Miguel Urbán, los "elementos de violencia" que ha tenido
la manifestación contra la nueva sede del BCE han eclipsado las razones de la
protesta”, que fue duramente repelida por la policía alemana.
Aunque
no son solo las manifestaciones, más o menos violentas, las que empiezan a
plantar cara a las decisiones de la UE. Son ya muchas las voces que se alzan
contra el Tratado de Libre Comercio y el secretismo impuesto sobre él, que no
permite a los eurodiputados consultarlo más de dos horas, sin papel, bolígrafo o
cámara que pueda fotografiarlo. Un secretismo criticado por el propio
parlamento europeo que, en un informe interno, denunció que “El proceso de negociación ha
sido muy reservado y se ha ofrecido al público muy poco conocimiento, por lo
que las incertezas sobre los efectos del TTIP son muchas”. Igualmente la presidenta
del Transnational Institute de Amsterdam, y de ATTAC Francia, Susan George,
considera que "No hay que cambiarlo ni reformarlo, sino librarnos de él,
porque cada uno de sus fragmentos es peligrosísimo", por lo que en la
presentación de su libro “Los usurpadores: cómo las empresas transnacionales
toman el poder” llamó a los ciudadanos a luchar contra el TTIP. Y es muy
posible que muchos europeos atiendan ese llamamiento, porque es mucho lo que se
juega la ciudanía europea.
La
que empezó a reaccionar votando a Syriza en Grecia, sigue reaccionando manifestándose
contra los abusos del BCE, y tendrá que reaccionar en España dando el voto a
formaciones que no estén al servicio de Merkel o del Deutsche Bank, el más
importante banco privado alemán a cuyo servicio parecen estar los gobiernos de
la UE… excepto Grecia, de momento.
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