miércoles, 18 de marzo de 2015

Europa se mueve aunque la prensa española lo oculte.



Ni las televisiones ni los diarios de papel dieron cuenta hoy de una noticia que es de suma importancia para los países del sur de Europa: La auditoría de la deuda griega comenzó ya a rodar con la intervención de los expertos en el Parlamento Europeo. La auditoría de la deuda griega la realizará un comité de expertos, presidido por el prestigioso economista Éric Toussaint, del que ya se habló en este blog hace unos meses, para dar cuenta de su participación en Semana Galega de Filosofía, celebrada en abril de 2012. http://periodistaparada.blogspot.com.es/2012/04/movilizarse-y-desatender-la-deuda-los.html

Éric Toussaint, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Lieja -Bélgica- y de la Universidad Paris VIII, Maître de conférences en la Universidad de Lieja, presidente del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), miembro del Consejo Internacional del Foro Social Mundial desde su fundación en 2001 y miembro de la CAIC-Ecuador (Comisión presidencial de Auditoria Integral del Crédito publico), intervino en pasadas fechas también en el parlamento griego, para exponer las líneas maestras de la auditoría sobre la deuda pública griega que demostrará que una gran parte de la contraída antes y durante la intervención de la troika tiene un carácter “ilegítimo, ilegal, odioso e insostenible”. El alcance del comité, no se limitará a señalar qué porción de la deuda es tóxica. “También demostraremos igualmente las responsabilidades de aquellos que han sacado provecho de la situación, tanto en Grecia como los círculos financieros a nivel internacional, pasando por las grandes compañías industriales en el corazón de las instituciones europeas”, explicó Tussaint. De momento, los expertos ya han puesto sus ojos en La troika, Goldman Sachs, Siemens y la dictadura de los coroneles como responsables de la insoportable deuda que lleva abocando a los griegos a niveles insufribles de pobreza.

Y aunque los medios nacionales estén ocultando la realización de una auditoría de la deuda acordada por el gobierno griego de Syriza, la medida es de suma importancia para toda Europa, sobre todo para los países del sur, atenazados por las draconianas condiciones que imponen los países del norte, sobre todo Alemania que, entre otras cosas, se permite, por boca de su repulsivo ministro de economía, Wolfgang Schäuble, criticar a los jóvenes españoles porque emigran poco, seguramente porque quiere mano de obra barata para explotarla, como hacían con los judíos los fabricantes de armas en la época nazi.

La decisión de Grecia de auditar su deuda abre una puerta de esperanza a los ciudadanos de los países del sur, que ven como el pago de una deuda imposible, que crece de forma exponencial –la de nuestro país ya supera el 98% del PIB-, les sume en la miseria y la pérdida de derechos sociales, con la complicidad de gobiernos, como el español, que se someten como borregos a los dictados de Alemania, sin tener en cuenta el sufrimiento de los ciudadanos.

Algo se está moviendo en Europa, y no solo por la auditoría de la deuda griega. Hoy, en Fráncfort, miles de personas, llegadas de todos los rincones de Europa, se manifestaron en contra de la inauguración de la nueva sede del BCE, que, construido durante doce años, tuvo un coste de 1.300 millones de euros. La convocatoria partió del grupo Blockupy, nacido a raíz de las protestas de Occupy Wall Street de 2011. La manifestación era una respuesta a la imposición de la austeridad por parte de la dirección de la UE y la troika, al tiempo que sus instituciones derrochan el dinero de los europeos en sedes millonarias y cientos de miles de funcionarios. 

Pese a que la protesta se quería pacifica hubo importantes disturbios, según algunos participantes provocados por la propia policía alemana que, dicen, estuvo esperando su llegada para disparar botes de humo contra ellos.  "Nuestra protesta es contra el BCE, como miembro de la troika, que, a pesar del hecho de que no es elegido democráticamente, dificulta la labor del gobierno griego. Queremos que la política de austeridad en Europa llegue a su fin”, explicaba Ulrich Wilken, uno de los organizadores de la protesta, a la agencia Reuters. La manifestación terminó con 18 detenidos y varios heridos, porque, según relató el eurodiputado de Podemos, Miguel Urbán, los "elementos de violencia" que ha tenido la manifestación contra la nueva sede del BCE han eclipsado las razones de la protesta”, que fue duramente repelida por la policía alemana. 

Aunque no son solo las manifestaciones, más o menos violentas, las que empiezan a plantar cara a las decisiones de la UE. Son ya muchas las voces que se alzan contra el Tratado de Libre Comercio y el secretismo impuesto sobre él, que no permite a los eurodiputados consultarlo más de dos horas, sin papel, bolígrafo o cámara que pueda fotografiarlo. Un secretismo criticado por el propio parlamento europeo que, en un informe interno,  denunció que “El proceso de negociación ha sido muy reservado y se ha ofrecido al público muy poco conocimiento, por lo que las incertezas sobre los efectos del TTIP son muchas”. Igualmente la presidenta del Transnational Institute de Amsterdam, y de ATTAC Francia, Susan George, considera que "No hay que cambiarlo ni reformarlo, sino librarnos de él, porque cada uno de sus fragmentos es peligrosísimo", por lo que en la presentación de su libro “Los usurpadores: cómo las empresas transnacionales toman el poder” llamó a los ciudadanos a luchar contra el TTIP. Y es muy posible que muchos europeos atiendan ese llamamiento, porque es mucho lo que se juega la ciudanía europea. 

La que empezó a reaccionar votando a Syriza en Grecia, sigue reaccionando manifestándose contra los abusos del BCE, y tendrá que reaccionar en España dando el voto a formaciones que no estén al servicio de Merkel o del Deutsche Bank, el más importante banco privado alemán a cuyo servicio parecen estar los gobiernos de la UE… excepto Grecia, de momento.

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