jueves, 26 de marzo de 2015

Lo que no nos cuentan los medios obsesionados con el accidente del avión de Germanwings.

Tres días llevan los medios informando, única y exclusivamente, de la tragedia del avión de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses. O que estrelló intencionadamente su copiloto, según las últimas informaciones. Las especulaciones sobre la causa del accidente se repiten a cada minuto, la última que el copiloto estrelló el avión intencionadamente. Una información que, exprimiéndola mucho, daría para cinco minutos de informativo televisivo y para media página de periódico de papel. Sin embargo, tertulias e informativos exprimen, en ocasiones con comentarios de inadmisible morbo, todo lo relacionado con la tragedia, dando de lado noticias que tendrían que proporcionar a los espectadores y lectores si la prensa cumpliese con la inexcusable obligación de informar verazmente a la ciudadanía de cuanto ocurre en el país.
 
El trágico accidente aéreo ha permitido, entre otras cosas, que la prensa no haya dado cuenta de la aprobación definitiva, con el rodillo de la mayoría absoluta del PP, de la ignominiosa Ley Mordaza que retrotrae las libertades formales a tiempos de la dictadura. A partir de hoy manifestarse en contra del poder, o expresar libremente opiniones en Internet constituirá un riesgo para los ciudadanos. Periodistas y blogueros tendrán que volver a escribir entre líneas, como durante la dictadura del genocida Franco, si no quiere arriesgare a vérselas con un poder que no admite críticas,y que considera ilegales,al estimar que algunas ideas ofenden a la patria o las intocables autoridades del Estado. La prensa ya no podrá grabar ni fotografiar los abusos policiales en las manifestaciones, menos aún cualquier bloguero que desee informar de ello en la red, tampoco podrán los medios dar cuenta de las investigaciones de casos de corrupción, ni expresar ideas que puedan ofender a determinadas mentes sensibles, siempre, obviamente de la derecha. Tampoco se podrá intentar impedir desahucios, manifestarse libremente o discutir con la policía que, a partir de la aprobación de la ley mordaza se convertirán en juez y parte de cualquier conflicto ciudadano. 

Que el partido en el Gobierno haya aprobado esa ley con toda la oposición política en contra y no solo, porque igualmente jueces, fiscales, movimientos sociales y no pocos intelectuales se hayan mostrado en contra de una ley fascista, no fue hoy causa de análisis en tertulias ni noticia en presa escrita o informativos televisivos, muy ocupados en contarnos el tamaño de los restos del avión siniestrado, o incluso, dando detalles de mal gusto cómo del estado de los cadáveres de las víctimas del accidente. 

Tampoco se debatió, ni informó, de que esa ley, de corte reaccionario y dictatorial, autoriza las devoluciones de inmigrantes ‘en caliente’ que vulnera los Derechos Humanos y los tratados internacionales, como avisó reiteradamente el Comisario de Derechos Humanos de la UE, Nils Muiznieks que advirtió de que, de aprobarse, España se arriesgaría a sanciones económicas que, por supuesto, no pagarán aquellos que vulneran las leyes internacionales, sino los españolitos de a pie con sus impuestos. 

Los medios están muy ocupados especulando con las causas del accidente, entre otras cosas, porque los más reaccionarios, como teleraxoi, la otrora RTVE, cuyos tertulianos dedican horas de especulaciones buscando colgar la autoría al terrorismo internacional, no sea que a alguien se le ocurra poner en tela de juicio la honestidad de las compañías aéreas alemanas, que pudieran haber antepuesto la avaricia a la seguridad de los viajeros. 

Al PP, además, le ha venido muy bien que los medios dediquen prácticamente la totalidad de la información al trágico accidente para evitar que se informe de las reacciones de parte de sus dirigentes al varapalo electoral andaluz, del que culpan, buena parte de ellos, al propio Raxoi, al que reprochan tener ‘el temperamento de una almeja’ y no ser capaz de reaccionar ante las dificultades, dejando al albur del destino los resultados electorales de las municipales y autonómicas, que tiene a los barones territoriales de los nervios, ante la perspectiva de perder un poder que les proporcionó prebendas y beneficios durante lustros. 

Las peleas internas del PP tras los comicios andaluces, que han movido a algunos barones a intentar mover la silla de Raxoi ayudados por dirigentes de las empresas del IBEX, como parecen estar haciendo los liberales, tendría que ser objeto de análisis informativo y noticias, en lugar dedicar horas de información y ríos de tinta virtual y real, a desgranar detalles sobres los familiares de las víctimas del accidente del avión de Germanwings que deberían quedar en la más absoluta privacidad. 

Porque, por mucho que los medios ‘oficiales’ hayan intentado ocultarlo, los digitales comenzaron el lunes a dar información sobre la tormenta interna en el seno del PP que llevó a los barones de ese partido a no presentarse a la reunión del Comité Ejecutivo nacional o reconocer, como hizo el ministro de AAEE, García Margallo, que los resultados electorales del PP en Andalucía fueron ‘infinitamente peor de lo esperado’. Criticaron algunos dirigentes del PP que el hecho de centrar las campañas electorales en los logros económicos de Raxoi, que no percibe la población, porque estos tan solo benefician a las grandes fortunas, no funcionarán de cara a las elecciones municipales y autonómicas. 

En un país con periodistas que cumpliesen con su obligación de informar verazmente, informativos y tertulias dedicarían el tiempo a analizar no solo las guerras internas del PP, sino a explicar, claramente, por qué el PP sufrió un varapalo de importancia en Andalucía que no es sino el prolegómeno de lo que posiblemente sucederá en las elecciones municipales de mayo, y en las generales de noviembre o diciembre si es que Raxoi no osa retrasarlas, contraviniendo los usos democráticos. 

Alguien debiera explicar a los ciudadanos que tienen un presidente ciego e insensible, que ignora las necesidades del pueblo, que desde que llegó al poder no hizo otra cosa que favorecer a las empresas que premian las concesiones de contratos y leyes favorables con ingentes cantidades de dinero que reparten en su partido en sobresueldos, sedes y campañas electorales tramposas, todo con dinero negro. Los profesionales del periodismo tendrían que cumplir con su responsabilidad de explicar a la ciudadanía cuánto robó, a través de mordidas y otros actos de corrupción, un partido que utiliza las arcas públicas como si fuesen la herencia de su abuelo. 

En lugar de eso, llevan tres días ignorando la realidad y los problemas del país, escondiéndose detrás de un desdichado accidente aéreo, en especulaciones sobre sus causas, y, lo que es peor, vulnerando el dolor de los familiares de las víctimas. 

Cualquier cosa sirve a un concepto servil del periodismo, indigno y cobarde, para complacer al poder y engañar a los ciudadanos.

1 comentario:

  1. Es muy cierto lo que usted dice, pero sí se ha tratado el tema de ·"La Ley Mordaza" en El Intermedio, Wyoming, ha invitado al exjuez magistrado emérito del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín y se ha explayado a gusto.
    Todavía quedan periodistas que informan, o por lo menos comunicadores que dicen la verdad.

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