Las diatribas del
Secretario General de los socialistas, Pedro Sánchez a Podemos no gustaron en
las filas del PSOE, a las que el discurso inicial que hizo en el Comité Federal
contra Podemos les parecieron, fuera de lugar y equivocadas.
A las puertas de las
elecciones municipales y autonómicas, no fueron pocos los dirigentes regionales
que vieron poco acertado tanto las constantes acusaciones de populismo a la
formación de Pablo Iglesias, como el hecho de que el líder socialista le
dedicara tanto tiempo en su discurso ante el máximo órgano del partido a
expresar las mismas ideas sobre Podemos que utiliza el PP o la prensa
cavernaria.
Muchos militantes del PSOE se sienten atraídos por los postulados
de Podemos, y la deriva de su secretario general, que se acerca a las tesis del
PP peligrosamente en cuanto a sus opiniones sobre la formación de Pablo
Iglesias acabará por hacerlos abandonar el PSOE dado su constante acercamiento
a la derecha.
Y desconectado como está de los intereses de la
calle, Pedro Sánchez manifestaba, el mismo día que cerca de cincuenta mil
personas se manifestaban contra la atrocidad del Toro de la Vega, que "el
PSOE tiene una posición clara: respetamos esta cultura taurina que tiene
España. Pero desde el punto de vista personal, aun respetando, a mí no me verán
en una corrida de toros" y criticó el Toro de la Vega "Lo rechazo, no
me gusta", afirmó, añadiendo que "en el siglo XXI este tipo de
fiestas no debería celebrarse".
Dicen mucho del talante hipócrita de Sánchez sus
palabras respecto los mal llamados espectáculos taurinos y sus críticas a la
atrocidad del Toro de la Vega, teniendo en cuenta que el alcalde de Tordesillas
es de su partido y que podría, como Secretario General, pedirle que suspenda
tamaña atrocidad o bien expulsarle si se empeña en convocarla. No hay duda que
el nuevo secretario general de los socialistas no leyó en su vida la obra del
fundador de su partido, Pablo Iglesias Posse, que señaló que "Nadie puede
estar en las filas de la izquierda si está a favor del maltrato a los animales”
O como afirmó en una ocasión otro histórico mas reciente del socialismo, Pablo
Castellanos: “a Pablo Iglesias Posse le hablaban de los toros y blasfemaba".
Mas la postura de Sánchez con el problema de la tortura
animal parece tan farisaica como la que mantiene respecto a la secta católica,
hace lo que vienen haciendo los socialistas desde que Felipe González se hizo
con el poder en Suresnes, ponerse de perfil ante asuntos que molestan a los
ciudadanos de izquierdas pero que complacen a sectores retrógrados, con la
esperanza de recibir votos de aquellos que se comen las ostias a cucharadas o
que hacen del sufrimiento animal un divertimento.
Una torpe postura que le seguirá costando cientos
de miles de votos que, sumados a los que le han retirado quienes ven en otras
formaciones políticas de izquierdas propuestas más cercanas, harán que el PSOE
acabe siendo un partido testimonial…o que acabará uniendo fuerzas con la
derecha, con el fin de seguir manteniéndose en las poltronas.
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