domingo, 28 de septiembre de 2014

Europa tiene que saber que en España se hacen leyes para disparar legalmente contra perros y gatos.



El Gobierno de Castilla La-Mancha, a cuyo frente está la impresentable Dolores Cospedal, aprobó hace unos días un anteproyecto de Ley de Caza que consagra la total permisibilidad de todo tipo de atrocidades contra los animales, como el permiso para disparar contra perros y gatos sueltos. De ese modo los crueles cazadores de una de las regiones de este brutal país donde más galgos se abandonan podrán disparar contra ellos con total impunidad. Es una de las peculiaridades de una ley que permitirá matar a lanzazos a animales. Un cazador podrá prohibir ir andando por el campo, en bici, con niños, o tu perro. Un niño de 14 años podrá llevar un arma. A la gente que pasee tranquilamente por el campo, si perturba la impunidad de los cazadores que podrán disponer de los espacios naturales para poder llevar a cabo todas sus salvajadas con total impunidad se la multará, y a los que se permite prácticas prohibidas en cualquier legislación civilizada, como la caza con trampas se les garantiza el derecho a cometer toda clase de tropelías. 

Mientras en otros países europeos, como Francia, se concede a los animales derechos jurídicos y se les reconoce sensibilidad, en la atroz España profunda, unos gobernantes corruptos y sin ética, ceden a los deseos de lobby de cazadores, incumpliendo cualquier norma civilizada, y llevando la legislación a tiempos medievales. En tanto en Inglaterra se acabó, sin protestas ni motines, contra la horrible caza del zorro, sin que hubiese motines ni la economía se hundiese, en este bochornoso país se razona que esas atrocidades reportan actividad económica. Torticero argumento que podría esgrimir traficantes de drogas, tratantes de seres humanos o paidófilos. 

No se entiende que la civilizada Europa no intervenga en estos asuntos y no ponga coto a tanta crueldad y tanta desmesura, y manifieste que esos asuntos, como la tortura del Toro de la Vega, la salvaje masacre de cachorritos en Algemesí y un largo etcétera de crueldades que se producen en este país con motivo de fiestas religiosas, son ‘una cuestión de la legislación interna’, cuando, incluso, contraviene la legislación europea cuando, al contrario de proteger al lobo, como se hace en Europa gobiernos autonómicos del PP, o del PSOE, autorizan su masacre, dando muerte, incluso, como hicieron en Asturias, a cachorritos de cuatro meses. 

Los redactores de esa infame ley, que ha sacado a periodo de alegaciones el Gobierno de Cospedal, seguramente son los cazadores de medios rurales, esos infames individuos exponentes de la España profunda que igual disparan contra el perro que no caza a su gusto, matan a su mujer si no los obedece o al vecino por un asunto de lindes. 

Son los pobladores de esa España profunda que, por mucho que creamos periclitada,  sobrevive en miles de pueblos donde la incuria permanece instalada al lado de la crueldad.  Son los pobladores de ese país de cafres cuyos habitantes embisten cuando se dignan usar de la cabeza y se sienten realizados asesinando animales porque, sin duda, tienen graves problemas psicológicos y educativos que ningún gobernante hizo nunca nada por remediar. 

Los eurodiputados de Podemos tienen que plantear este asunto urgentemente en el Parlamento europeo por una mera cuestión de dignidad y ética, no se puede seguir tolerando no solo la crueldad contra los animales, la impunidad que conceden a los maltratadores jueces y gobernantes, sino la vergüenza que representa pertenecer a un país donde un parte de sus pobladores son sádicos incontrolados. 

Y no se puede tolerar que Europa permanezca ajena a estas ignominias sin intervenir y cortar de raíz el sadismo de unos gobernantes que empiezan autorizando que se dispare a perros y gatos y mañana encontrarán lógico, al paso que llevan, que se instauren piras en las plazas públicas para quemar vivos a quienes no piensen como ellos.

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