Lo que la opinión publicada ha dado en llamar
‘fenómeno de Podemos’ -que no es otra cosa que el hartazgo de todo un país por
una clase dirigente corrupta y opresora-, dedica sus energías a demonizarlo. Raro
es el día que El País no dedica algún artículo de opinión o noticia contra Podemos,
que bien puede ser un análisis económico torticero, como el publicado hace unas
semanas por un casi anónimo doctorando que, voz de su amo de las financieras,
confundía y mentía sobre las propuestas económicas de la formación liderada por
Pablo Iglesias, o utiliza noticas mendaces sobre su financiación, sobre sus
simpatías internacionales o sobre el comportamiento de sus líderes, de manera que
su línea editorial resulta en el diario de Prisa un calco de la que lleva a
cabo la prensa cavernaria.
El Mundo, que se gana a diario para su cabecera el
sobrenombre de El Inmundo, sigue la misma pauta y utiliza hasta las entrevistas
realizadas a los dirigentes de Podemos como ariete contra sus entrevistados. El
insufrible Eduardo Inda, perejil de todas las salsas tertulianas, vierte
mendacidades estúpidas sobre el programa de Podemos, como afirmar que si llega
a gobernar quitará sus casas a los jubilados, agarrándose precisamente a que
esa formación lleva en su proyecto precisamente lo contrario, hacer que el
Estado pueda incautarse de la propiedad privada en el caso de los especuladores
de la banca que atesoran viviendas que arrebatan a quienes estafan con sus
hipotecas. O intenta desprestigiar a
Pablo Iglesias acusándolo de pagar ínfimos sueldos a los trabajadores de La
Tuerka cuando estos no son trabajadores stricto sensu, sino un grupo de
personas empeñadas en sacar adelante un programa de comunicación alternativo.
Otra de las falacias que, con machacona
insistencia, repiten los medios en manos del sistema –prácticamente toda la
prensa de papel y las cadenas televisivas-, es que Podemos no pagará la Deuda y
que de ese modo llevará al país al abismo. Mas no es eso lo que dice el
programa de Podemos, sino que contempla una auditoría
ciudadana de la deuda pública y privada para delimitar qué partes de éstas
pueden ser consideradas ilegítimas para tomar medidas contra los responsables y
declarar su impago. Reestructuraciones del resto de la deuda y derogación del
artículo 135 de la Constitución española con el objetivo de garantizar los
derechos sociales frente a los intereses de los acreedores y los tenedores de
la deuda. Coordinación de las auditorías y de los procesos de reestructuración
de deuda con otros países de la UE. Regulación de las relaciones privadas de deuda
para impedir cláusulas de abuso.
Si los medios diesen
informaciones veraces sobre el programa de Podemos a espectadores y lectores es muy probable que
las encuestas no le diesen un 30% o 40% en intención de voto sino un 60%. Sin embargo,
medios de comunicación o fundaciones próximas a entidades bancarias se emplean
a fondo en explicar, con argumentos torticeros, que el programa económico y
social de Podemos es inviable porque arruinaría el país, haciendo hincapié en
el gasto sin tomar en cuenta los ingresos procedentes de una reforma fiscal redistributiva
–como señala por cierto la Constitución- que permitiría reducir el estado de
miseria en el que se hallan millones de españoles, mientras los millonarios
aumentan sus fortunas en lo que va de año cerca de un 10%.
El problema, además, no está tan solo en los
medios de comunicación supeditados al sistema, y los informes que evacua el
sistema mismo, sino que militantes socialistas, víctimas de una absoluta
ceguera económica y social, hacen el juego a fundaciones como FUNCAS, una web
de Cajas de Ahorros, en las que publican economistas pagados por la propias
entidades, como hizo Miguel Ángel García, profesor de Economía Aplicada en la
URJC, y miembro de la mencionada fundación que reproducen algunos blogs de
socialistas, que, en el colmo del dislate económico, utilizan como argumento
contra Podemos las tesis de un defensor del capitalismo a ultranza, cuelgan el
artículo en las redes y afirman, con total convencimiento, basándose en argumentos
de los furibundos defensores del capitalismo y el neoliberalismo más salvaje,
que el programa económico de Podemos “no
es económicamente viable, pero de serlo, sería totalmente indeseable y nocivo”. Nocivo, es evidente, para los especuladores bancarios, la plutocracia y la
actual casta política.
Una casta a la que le da
terror verse desalojada de un poder que se repartió durante casi cuarenta años,
erigiéndose en representantes de un pueblo al que no representaron nunca. Y el
presente aún menos. La propia ley electoral, hecha para repartirse el poder con
el sistema bipartidista, de listas cerradas y sin que los ciudadanos puedan
recurrir a los representantes a los que eligieron –la frase ‘hablaré con mi
diputado’ que se oye en las películas británicas es impensable en nuestro país-, que una vez que toma posesión de su acta
se convierte en un ser inasequible al que el elector no puede reclamar nada de
su comportamiento. El actual sistema político limita la democracia a votar cada
cuatro años y el resto del tiempo aceptar sin rechistar las decisiones que
tomen los gobernantes a los que parece que el elector entrega un cheque en
blanco cada vez que da su voto.
Da igual que sea el
actual gobierno de derecha filofraquista, anclado en un pasado de
nazionalcatolicismo, represión y recortes, que el PSOE, más tolerante en cuanto
a la libertad de la ciudadanía, pero que igualmente cuando gobernaba hizo tiras
y capirotes con el voto de los ciudadanos, a los que se negó preguntar si
queríamos la introducción del artículo 135 de la Constitución que puso por
delante los intereses de los bancos alemanes a los de los ciudadanos españoles.
Sin embargo, el mensaje
de los medios del establishment sigue haciendo propaganda del sistema,
proclamando que la democracia es eso, y que la ciudadanía ha de conformarse con
votar cada cuatro años. Y si Podemos plantea que la ciudadanía tiene derecho a
opinar sobre las decisiones gubernamentales, y que es la gente de la calle la
que ha de marcar el rumbo de las políticas económicas del Gobierno de acuerdo
con las necesidades de la ciudadanía, esos medios se lanzan a la
descalificación, la difamación o la falacia, para pintar a Podemos como un
partido asambleario, o un partido dictatorial al estilo de las denostadas por
el capitalismo ‘repúblicas bolivarianas’, a las que acusan de no respetar las
mismas libertades formales que actual Gobierno del PP está restringiendo y
vulnerando continuamente.
Podemos ha venido a
romper el esquema derecha-socialdemocracia que dominó la política durante los
cuarenta años de pseudodemocracia, porque nunca hubo una confrontación de
derechas contra izquierdas, puesto que la oposición a la derecha nunca fue sino
un tímido y dócil socialiberalismo supeditado a los intereses financieros
internacionales .
Lo que se plantea en la actualidad es ciudadanía explotada,
estafada, y esquilmada frente a la casta de partidos sumidos en la corrupción,
el latrocinio y el servilismo a la plutocracia que engorda sus bolsillos. Por
esa causa, los medios al servicio del sistema tienen terror a Podemos, e
inventan, tergiversan y manipulan su programa y las declaraciones de sus
líderes para mantener un sistema que ya no nos vale a los ciudadanos.
Una de las tareas más
urgentes de Podemos debería ser la de conseguir neutralizar las falacias de
políticos de la casta y los medios a su servicio, desmontando a diario todas
las mentiras, manipulaciones y falsedades que se publican respecto a su
programa. Porque si insiste en posponer esa tarea a la asamblea que ha
celebrarse dentro de unas semanas, podría correr el mismo peligro que el PSOE,
que se olvida de sus propuestas para mirarse el ombligo de su organización. Ese
partido lo hace porque no tiene ideas, ni programa, pero Podemos cuenta con proyectos
lo suficientemente serios para
contrarrestar las continuas mendacidades de la prensa y las manipulaciones de
quienes, creyendo hacer campaña para sus partidos supuestamente progresistas,
le hacen el trabajo a los especuladores financieros.
PODEMOS se esta encontrando con muchas obstaculos, le estan desacreditando en todo lo que hace, pero aun asi sigue adelante y nos va sorprender a todos. Hay algo que me inquieta mucho,,, y de buen seguro mas a Podemos,, Es el Magisterio Supremo Judicial- Lo he comentando varias veces, que el que quiera cambiar ese pais, habra que hacerlo cambiando parte de la Justicia. No tenemos justicia ya que nadie atiende los casos de corrupción que afecta al PP y otros mas amigos del poder,
ResponderEliminar. Otro problema es que al estar aforados, solo los puede juzgar el Supremo,,, por lo tanto estamos inmersos en un asunto muy feo,,, que hay que cambiar,,, todo lo aqui mencionado es la base para hacer del pais un estado donde poder avanzar y viivir con justicia y en paz, Nadie podrá cambiar ese pais si antes no se cambia la Injusta Justicia,, por verdadera Justicia Social.