El digital Público informa hoy
exhaustivamente del entramado empresarial de las petroleras de las que se desprendió Miguel Arias Cañete, exministro
de Energía y Cambio Climático y candidato a la homóloga Comisaría del
Parlamento europeo, para optar a tal puesto. Más las investigaciones del
eurodiputado de Equo, Florent Marcellesi, ponen en evidencia un entramado de
propiedades opacas, radicadas en paraísos fiscales, y puestas a nombre de
familiares cercanos a Cañete. Un
verdadero escándalo que es de esperar que los pulcros europeos tengan en cuenta
a la hora de confirmar, o no, la elección de uno de los individuos más
peligrosos para el medio ambiente y no solo por sus propiedades petrolíferas
que, sin duda, han tenido que ver con la posición inexplicable del Gobierno de
Raxoi de persecución de las energías renovables.
Según expuso el eurodiputado de Equo, "la
trama empresarial que hay detrás de Dúcar y Petrologis revela una red de
sociedades 'pantalla' a cargo de familiares directos de Miguel Arias Cañete,
entre los que destacan sus cuñados Miguel Domecq Solís y Rafael Domecq Solís, y
su hijo, Miguel Arias Domecq". "A pesar de la venta de sus acciones,
los intereses de Cañete en esta industria no desaparecen en absoluto. Es más,
contradicen de forma clamorosa el Código de Conducta de la Comisión Europea”.
Basta acudir al Registro Mercantil Central para
constatar que el principal accionista de las empresas que menciona el
eurodiputado es una sociedad registrada en Amsterdam llamada Havorad BV, administrada por el propio
Cañete desde 1996-2000, dueña del 48% de Dúcar y el 45% de Petrologis. Según la
Agencia Estatal de Administración Tributaria se trata de una sociedad pantalla,
"una sociedad unipersonal, sin empleados" y "sin otra actividad
que la fiduciaria".
Havorad pertenecía hasta 2003 a Gold Lion Corporation, una empresa
registrada el paraíso fiscal de las Antillas Holandesas. Hoy, según la Cámara
de Comercio de Países Bajos, pertenece a individuos españoles particulares y anónimos.
Sin embargo, Miguel Domecq Solís
consta como apoderado. Miguel Domecq Solís, cuñado de Cañete, es presidente de
ambas compañías desde el abandono de la presidencia por parte de Cañete en
2012, tras ser nombrado Ministro de Medio Ambiente y Agricultura. Miguel Domecq
Solís es además el tercer accionista mayoritario de Dúcar y Petrologis, con el
11% de las acciones de Dúcar y el 12% de Petrologis.
El segundo accionista mayoritario es Civisol, cuyo presidente es Rafael Domecq Solís, también
cuñado de Cañete, y entre las consejeras aparecen Cristina Domecq Ybarra y Socorro
Domecq Ybarra, hermanas de la mujer de Arias Cañete. En 2012 se
incorporó al consejo de administración de Petrologis y Dúcar Miguel Arias Domecq, hijo de Cañete.
En el accionariado de Petrologis también aparece la empresa Arias y Domecq, cuyo presidente es, de
nuevo, Miguel Domecq Solís y
repiten en el consejo de administración: Socorro y Cristina Domecq Ybarra, así
como la sede social: Claudio Coello 32, Madrid, la misma que Civisol. En total,
según estos datos, se calcula que la familia directa de Cañete controla el 72%
de Dúcar y el 79% de Petrologis. Todo queda en casa.
Según Florent Marcellesi, "el Código de
Conducta de la Comisión Europea, establece que los comisarios no deben gestionar temas en los que tengan intereses
personales, ni ellos ni sus familiares directos. En el caso de Cañete,
es evidente que los tiene y que no van a desaparecer de un día para otro con la
venta de sus acciones. Necesitamos una política energética que sirva a los
intereses de la ciudadanía y no a clanes petroleros, ni oligopolios
energéticos. No podemos esperar que Cañete haga frente al reto del cambio
climático y construya un nuevo modelo energético sostenible y limpio, mientras
su familia disfruta de sustanciales beneficios de la industria petrolera.
Definitivamente, el nombramiento de Cañete es una cuestión de ética y de
sentido común".
Mas las vinculaciones de Arias Cañete con el
negocio de las energías fósiles no es la única causa que le invalida para ser
Comisario de Energía y Cambio Climático. Desde que llegó al ministerio, las
políticas de Arias Cañete han sido las de un verdadero depredador del medio
ambiente, cuyas medidas legislativas se pusieron, desde el primer día, a favor
de especuladores inmobiliarios y destructores de flora y fauna de todo pelaje.
En diciembre de 2012, tras aprobarse la Ley de
Costas de Arias Cañete, Greenpeace publicaba un informe en el que se ponía de
manifiesto los intereses personales, de amistad y de connivencia política por
las que Arias Cañete elaboró una Ley de Costas pensada únicamente con criterios
economicistas, e ignorando absolutamente, no ya la conservación, sino los
riesgos de catástrofes que pueden acarrear masivas construcciones en la costa y
en ramblas, articulada tan solo en pro del lucro económico de promotores y
dueños de restaurantes y chiringuitos.
La organización verde rebelaba en el informe citado
que junto al nombre del Ministro de Medio Ambiente, Arias
Cañete, aparecía el de su cuñado, José Ramón Bujanda Sáenz, casado con una
hermana de su mujer y expresidente de la Asociación Nacional Española de
Fabricantes de Hormigón Preparado y de la Asociación Europea de Fabricantes de
Hormigón. También Borja Domecq, hermano de Micaela Domecq Solís, esposa del
ministro, con importantes relaciones en el mundo empresarial, al igual que sus
sobrinos, Borja y Fátima, formaban parte de la dirección de Inversiones S.L.,
empresa dedicada a la construcción, edificación reparcelación y venta de
edificios.
El informe de
Greenpeace daba a conocer, junto con los nombres de familiares del Ministro de
Medio Ambiente, los de prohombres del PP, como Abel Matutes y Gabriel Canellas,
expresidentes ambos del corrupto PP de las Illes Balears, con intereses en
empresas de construcción, explotación salinera y piscifactorías. Otro 'ilustre'
interesado en negocios que comportan la destrucción de las costas era el
exministro franquista y de la UCD, Juan Villar Mir, que, tras su paso por la
política creó un grupo empresarial que agrupa a diferentes empresas energéticas
(Vilar Mir Energía), siderometalúrgicas (Ferroatlántica), de fertilizantes
(Fertiberia) y de construcción (Grupo OHL), empresa de la que saldría también
la actual Ministra de Energía y Medio Ambiente, Isabel García Tejería,
exdirectora de Planificación en Fertiberia. La lista de beneficiados por la reforma de una
ley de Costas que permite la definitiva destrucción del litoral, se completaba
con un importante magnate del ladrillo de la costa valenciana muy relacionado
con el PP, Bautista Soler, propietario de una abultada fortuna, asociada a la
construcción. Al lado de Soler aparecía
también el nombre de Joaquín Rivero, accionista de la conocida promotora
Metrovacesa, una de las impulsoras de no pocos pelotazos urbanísticos en el
País Valencià.
A la aprobación
de una ley de Costas que, como demostró la asociación ecologista, respondía a
los intereses empresariales y económicos de familiares, amigos y
correligionarios del Ministro y del Gobierno de Raxoi y no la necesidad de
preservar el litoral ya prácticamente destruido, hay que sumar la reciente
aprobación, con los votos de toda la oposición en contra, del anteproyecto de
la Ley de Parques Nacionales, que según señalan sus detractores ‘supone una regresión en la conservación de
estos enclaves, que a decir de la oposición’, y sobre el que se preguntan a qué
intereses corresponden la nueva ley que no hace sino desproteger tesoros
ecológicos que sufrirán las decisiones de un ministerio y un Gobierno que
ignoran por completo los valores de protección medioambiental porque tan solo
se guían por los intereses de la casta empresarial.
Y aunque Arias Cañete dejó el Ministerio para irse al Europarlamento,
dejó bien atados sus criterios de depredador, al sucederle Isabel García
Tejerina, bajo cuya responsabilidad el Ministerio está decidido a saltarse la
normativa europea de protección de animales salvajes, al autorizar la caza indiscriminada
del lobo, especie protegida en toda Europa, y que el Gobierno de Raxoi está
dispuesto a exterminar para complacer a la mafia de cazadores y agricultores
que desean destruir el medio ambiente en su interés económico o por divertimento.
Contra el nombramiento de Arias Cañete como Comisario de Energía y Cambio
Climático hay argumentos de sobra. Sus relación con empresas contrarias a los
intereses de conservación medioambiental, su ausencia de ética al mantener en
un entramado familiar y en paraísos fiscales sus ocultos intereses en las
energías fósiles, la obsesión del Gobierno de Raxoi contra las energías
renovables, que puede tener su origen en los intereses personales de Arias
Cañete, lo invalidan por completo para el cargo.
Es de esperar que, tras el examen al que somete la Eurocámara a los
candidatos a Comisarios, los eurodiputados de Podemos junto con los otros
integrantes de la izquierda europea y los ecologistas abran los ojos a todos
sus colegas, para impedir que llegue a ostentar el cargo un verdadero enemigo
de la conservación medioambiental, con intereses contrarios al ejercicio de su
cargo, según las normas éticas de la Europa democrática.
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