En el PP sin duda son muy conscientes del hartazgo
generalizado de la ciudadanía con sus políticas. Aunque las encuestas digan
que será el partido más votado –cosa que no está clara dado que los encargados
de cocinarlas se agarran a ítems muy curiosos, como proyectar en el resultado
los votos obtenidos en el pasado-, saben que la izquierda ganará por goleada
los comicios municipales y autonómicos. Si los dirigentes del PP fuesen
demócratas asumirían que sus políticas, plagadas de errores, arbitrariedades,
injusticias y corrupción los han llevado al abismo, se resignarían a perderlas,
como le sucedió al PSOE ante las elecciones de 2011.
Mas como la mayoría de ellos tienen el mismo
respeto por la democracia que tenían sus abuelos putativos de la dictadura, han
iniciado la precampaña trufándola de modificaciones legales que rayan el
golpismo, como el cambio de las reglas del juego electoral, con una reforma que
no se sostiene a tan pocos meses de las elecciones, y que, además, supone una
especie de golpe de estado para evitar que gobiernen las mayorías formadas por
partidos de izquierdas.
Aunque, no conforme con esa reforma de la ley
electoral, que ahora algunos dirigentes de ese partido reclaman que no se
limite a los ayuntamientos y que también se aplique en las autonomías ‘para que
no pase lo de Andalucía’ manifestó uno de sus dirigentes con total desfachatez,
no paran mientes a la hora de hacer anuncios y manifestaciones, de las que se
hace eco la prensa servil, para intentar engañar a los ciudadanos.
Así, en la castigada, expoliada y machacada
Comunidad de Castilla-La Mancha, donde su presidenta, Dolores Cospedal, es
paradigma de las políticas arbitrarias, injustas y fascistoides del PP, con
recortes a todo lo que suponía estado del bienestar y protección a los
gánsteres del toro o de la caza, por mencionar algunas de sus desafueros,
anuncia ahora una bajada de impuestos en el tramo gestionado por las autonomías
del IRPF. Es de esperar que los castellano-manchegos no se dejen engañar por
semejantes maniobras y hagan un corte de mangas electoral a quien les dejó sin
sanidad, sin educación, sin dependencia y casi sin dignidad.
Similares añagazas emplea el presidente de la
Comunidad de Madrid, Ignacio González, que abrirá en octubre el Hospital de
Collado Villalba, cerrado desde su construcción y que ha costado al erario
madrileño la bobada de 18.900 millones de euros, teniendo en cuenta que cada
mes paga 900 millones a la adjudicataria del contrato, IDC Salud –antes Capio,
la empresa de la que es consejero el marido de Cospedal-. Los 900.000 euros los
paga la Comunidad en concepto de servicios de seguridad, desinfección y
desratización, limpieza, mantenimiento de viales y jardines, reparaciones,
seguros, suministros, tributos, amortización y costes financieros. Con la
apertura del costoso hospital de gestión privada de la localidad serrana,
González pretenderá captar los votos de quienes se han visto privados de
atención sanitaria próxima a sus residencias.
Mas los anuncios de bajada de impuestos, que es
una de las maniobras electorales que blande el PP para engañar incautos, aunque
una vez ganadas las elecciones los suba y deje a los ciudadanos sin derechos ni
prestaciones, destinando el dinero público a sus negocios y sus amigos, no es
la única manera del PP de intentar ganar las elecciones. Cuenta para ello con
la caverna mediática que se dedica a propagar toda clase de insidias y
falsedades, o a decir disparates, como los de la Alcaldesa de València, Rita
Barberá, que clama en contra de posibles coaliciones, a pesar de que ella llegó
al Ayuntamiento de la ciudad del Turia gracias al apoyo de UV, un partido
formado por el muy corrupto Rafael Blasco, para quitar votos al PSOE, después
de haber sido expulsado de esa formación a causa de sus largas manos a la hora
de gestionar lo público.
Y como en el PP del País Valencià no tienen
límites ni sentido de la decencia ni del ridículo, siguiendo con sus prácticas
de mafiosos, y rufianescas, un asesor de Rita Barberá, Luis Salom -conocido por
sus excesos verbales en las redes, troll profesional al servicio del PP, que
cobra la nada despreciable cifra de 4.100 euros mensuales- decidido a hacer
méritos ante sus nada democráticos jefes y demostrar que se gana el generoso
sueldo que percibe, registró a su nombre la marca política Guanyem Barcelona y
Guanyem València –la formación de Ada Colau- para boicotear la formación que sin
duda concitará el favor de muchos electores hartos de partidos como CiU en
Barcelona y el propio PP en València, marcados ambos por una fétida corrupción
que cuesta a los vecinos de ambas ciudades no pocos problemas. Aunque, siguiendo
la tradicional inclinación al latrocinio, ya sea en forma de contratos a dedo,
o por la delincuencial conducta del chantaje, el troll Salom hizo saber que
devolverá el nombre a las formaciones si Ada Colau y Pablo Iglesias donan
10.000 euros por cada marca a la organización católica Sant Joan de Déu. El rufianesco
individuo reprocha que el único propósito de Guanyem València y Podemos es el de
‘echar al PP’, cosa que, ante la mentalidad de golpistas de ultraderecha, debe
verse como un delito imperdonable.
Desde el presente hasta que lleguen los comicios
municipales y autonómicos se producirán toda clase de disparates políticos por
parte de un partido, el PP, que, carente de sentido democrático, utilizará
cualquier añagaza para impedir que la ciudadanía los desaloje de un poder al
que llegaron en la mayoría de ciudades y comunidades, y muy especialmente en Madrid
y València, gracias a campañas tramposas, financiadas con dinero ilegal,
producto de sus muchos latrocinios y gracias a su sistemática corrupción.
Lo que es menester es que la ciudadanía no caiga
en el error de creer los anuncios que hace el PP en los periodos preelectorales,
prometiendo siempre lo saben que no cumplirán.
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