viernes, 26 de septiembre de 2014

Los presupuestos de la mentira en año electoral.



El PP, maestro en falacias, ha presentado a grandes brochazos unos presupuestos para 2015 que son pura entelequia, una serie de supuestos irreales para encandilar a un posible electorado que, seguramente, no se dejará impresionar tan fácilmente como lo hizo en 2012. Porque las previsiones del Ejecutivo muestran un futuro económico un tanto irreal que la tozuda actualidad desmiente. ¿Con qué pretende ilusionar un Gobierno que asegura que baja el paro, cuando los trabajadores lo sufren cada día y saben que no bajará, por mucho que el Ejecutivo asegure que creará empleo público, después de estar años desmantelando todos los servicios?
Solo en 2013, el Gobierno destruyó 120.000 puestos docentes en la Enseñanza Pública y 117.000 correspondientes a funcionarios de la SS, Justicia, Hacienda o Administraciones Públicas. Y es evidente que no devolverán esos puestos de trabajo a la ciudadanía. Será un parche más, de los que el Gobierno tiene acostumbrado a la población, que cada vez se deja engañar menos. Difícilmente lo hará con los funcionarios a los que tiene previsto castigar con una ampliación de jornada laboral, la eliminación de otra paga extra o la reducción de un 10% en el pago de los complementos a los profesores.
Contradictorio en sus previsiones, por una parte anuncia contención del gasto, al tiempo que asegura que creará empleo público; sabe que dejará de ingresar muchos millones a causa de una reforma fiscal que solo beneficiará a las grandes fortunas, pero asegura que cumplirá con creces el Déficit impuesto por la Troika, haciendo uso de la reforma legal que le permite contar como parte del PIB la prostitución o el tráfico de drogas, una falacia contable que no supondrá una mejora real de la economía.
Falaz, como tiene por costumbre, asegura que las pensiones subirán ‘al menos el 0.25%’, lo que supondrá una bajada real, porque lo que no ha explicado es que entre sus planes de lo que llaman ‘ajustes’, y no son sino recortes, tiene previsto -para complacer a Bruselas, que indicó al Gobierno que tendría que seguir aumentando “la eficiencia del sector de la asistencia sanitaria”- numerosos recortes que afectarán a jubilados y enfermos. Obediente a las consignas de Bruselas y de Fürheresa Merkel, el Gobierno tiene previsto aumentar el copago sanitario, imponiendo penalizaciones por falta de asistencia a citas programadas o no retirada de pruebas, copago por asistencia a consulta médica y urgencias, por interrupciones del embarazo, el pago de lo que califica como una “cuantía mínima por la expedición de recetas a los pacientes, diferenciando pensionistas y activos”.
Es decir, el euro por receta que el Gobierno rechazó en Cataluña y Madrid, ahora lo va a implantar en toda España. También aplicará una medida que ya anunció en su día la Ministra Mato, aunque no se aplicó en todos los casos, pero que el Gobierno planea imponer en primavera, seguramente una vez celebradas las elecciones municipales y autonómicas: el aumento de los porcentajes de financiación de los usuarios para la prestación farmacéutica ambulatoria, es decir, el copago farmacéutico de las medicinas dispensadas en los hospitales, así como una ‘tasa hotelera’ a los pacientes que deban ser ingresados en hospitales.
Será el próximo lunes cuando los ministros de Economía y Hacienda, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, den más detalles de unos presupuestos de los que, de momento, no se conocen detalles sobre las partidas que destinará a la compra de armamento, tan cara al Ministro de Defensa, antiguo directivo de una fábrica de armas de la que el Gobierno es fiel cliente, o el dinero que le regalará a la secta católica, máxime en los actuales momentos, en los que tiene que recuperar su favor tras retirar la ley del aborto.
La realidad demostrará que el Gobierno de Raxoi miente respecto a sus planes económicos y las partidas que asegura crearán empleo. Son meras maniobras electorales para manipular ingenuos, desinformados o fanáticos seguidores de los medios de la caverna.
El paro seguirá siendo insoportable, con una tasa superior al 23%, los empleos serán precarios y los empresarios seguirán bajando los salarios, y por ello, los planes del Ejecutivo de que se reactive el consumo no es sino una quimera. Una vez más, el Gobierno de Raxoi y su partido, el PP, lo que intentan es engañar a los incautos, porque, de nuevo, quienes únicamente se beneficiarán de sus decisiones económicas serán aquellos a los que sirve: la oligarquía empresarial y financiera y la secta católica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario