martes, 30 de septiembre de 2014

Los últimos presupuestos del PP: Arbitrarios, injustos...y católicos



Se decía en este mismo blog hace pocos días que los presupuestos del PP, que presentó el Gobierno el pasado día 26 a grandes brochazos, eran irreales y electoralistas, al tiempo que se planteaba qué otros peros podrían ponérsele a las cuentas del Estado elaboradas por el PP en cuanto a recortes, arbitrariedades o injusticias. Hoy se han conocido partida por partida y se confirma la impresión de que los PGE de 2015 están hechos de espaldas a las necesidades de los ciudadanos, y a la medida de sus inclinaciones ideológicas y religiosas. 

A la hora de restringir gastos el Ejecutivo de Raxoi opta por partidas que afectan directamente a la ciudadanía: Las pensiones crecerán únicamente el 0.25%, y, dado que la subida de la luz alcanza a partir de este mes un incremento del 11%, los pensionistas verán notablemente mermado su poder adquisitivo. Hay recortes también en partidas como las de  política de vivienda, que cae un 26%, 587.1 millones menos. En el  gasto en prestaciones por desempleo, una de las grandes partidas de los Presupuestos, el año próximo sufrirá un recorte de 25.300 millones, un 15% menos de que lo se destinó en 2014. 

Los presupuestos para 2015 recogen una consolidación de la red básica de servicios sociales, aunque la asignación, de 31,83 millones de euros, es inferior a la de 2014, que alcanzó los 32,01 millones de euros. La ciencia también sufre recortes: el Instituto de Salud Carlos III registrará una merma del 4,5% en los presupuestos de 2015. Sus fondos bajarán de 286 a 273 millones de euros, de manera que su presupuesto actual es menor que el del año 2013 cuando dispuso de 279,9 millones. Además, el Gobierno mantiene a la ciencia ajena a las pequeñas subidas que ha ido aplicando para 2015. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que ya se haya al borde de la quiebra, perderá tres millones de euros al pasar de 602 a 599 millones de euros. Es una caída de 0,4%.

Educación es otra de las áreas con las que se ensaña los PGE del PP, porque si bien mantiene las mismas partidas para becas, elimina todos los programas de apoyo a estudiantes desfavorecidos y aquellos que necesitan de la 'educación compensatoria', destinada a alumnos en "desventaja social", al bajar la dotación un 90%. Otra partida que sufre recortes son  las becas Erasmus, uno de los programas más exitosos de la Unión Europea para movilidad de universitarios y estudiantes de Formación Profesional de grado superior, que será de 37 millones. Es el mismo dinero que en 2014 se destinó solo al programa Erasmus+, que incluía programas como el plan Séneca de intercambio dentro de las universidades españolas. Bruselas alertó la semana pasada a los Estados miembros de que el programa Erasmus se estaba poniendo en riesgo por los recortes en el presupuesto europeo. El comisario de Presupuestos, Jacek Dominik,  pidió 4.700 millones más para las becas y para I+D+i. No cuantificó las cantidades que debía aportar cada país, aunque España, según reflejan las cuentas de 2015, no piensa añadir un euro más.

La Dependencia y la atención a enfermos sufren una reducción de 3,87 millones. Y Sanidad se enroca en su programa de recortes, sin aumentar un solo euro sus ya mermadas partidas presupuestarias. Tampoco aumenta el plan de mejora de la justicia gratuita, Hacienda designa para 2015 34,9 millones de euros lo que supone 400.000 euros más, tan solo un 1,1% en el gasto que el Estado dedica a garantizar el acceso a los tribunales de personas con bajos recursos. 

Mas existen partidas en las que no se registran reducciones, por ejemplo, el Ministerio de Defensa manejará un presupuesto de 6.735 millones de euros en 2015, 52 millones más que en las cuentas públicas de este año. 

Aunque si hay una partida que supone una verdadera falta de respeto a la Constitución, que proclama la aconfesionalidad del Estado, es la que el PP destina a la secta católica, que recibirá un total de 13.266.216,12 de euros al mes durante 2015, lo que supone cerca de 159.000 millones de euros para el próximo año, como anticipo del dinero que, previsiblemente, se le entregará a petición de los contribuyentes que marquen la casilla de la Iglesia del IRPF por la que se otorgan el 0,7% a la institución, según figura en una disposición adicional del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno hace uso de un tramposo sofisma cuando dice que el dinero que se concede a la Iglesia es el que destinan los fieles de esa confesión. Lo harán, pero es un dinero que se detrae irracionalmente de las arcas públicas para destinarlo al capricho de quienes destinan el dinero de los presupuestos a su albedrío, asunto inusual en cualquier otra partida. El resto de ciudadanos que no profesan esa fe no pueden elegir a qué hay que dedicar el dinero que recauda el Estado, lógicamente. A esa elevada cifra hay que sumar la que no ingresa el Erario a causa de las exenciones impositivas de las que goza la secta vaticana. 

Ciento cincuenta y nueve mil millones de euros darían para muchas prestaciones por desempleo, para mucha Educación Pública y para la sanidad que se niega a los inmigrantes. Como lo harían los 6.000 millones que el Ejecutivo perdonará en impuestos a las grandes empresas, en virtud de no se sabe qué privilegio. 

Este Gobierno actúa como los nazionalcatólicos que son, y prefiere desasistir a los ciudadanos para regalar el dinero de todos a la secta católica o la compra de armamento. Es la misma arbitrariedad que emplea a la hora de destinar fondos a las Comunidades Autónomas, a las que concede más o menos presupuesto según estén gobernadas por el PP o por otras formaciones. Así, a Andalucía no llegará ni el porcentaje que su propio Estatuto marca, y Catalunya registra una importante reducción en la partida que los PGE destinan a las autonomías. Sin embargo, Baleares, Murcia y La Rioja, todas del PP, serán las que el Gobierno más aumente sus inversiones.

Así pues son unos PGE irreales, electoralistas, injustos, arbitrarios, hechos de espaldas a las necesidades de los ciudadanos y a la medida de sus amigos. Presupuestos del PP… esperemos que sean los últimos.



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