viernes, 31 de octubre de 2014

Pactar contra Podemos, perpetuar la corrupción.



Uno de los aterradores escenarios que se podría dar tras los comicios de 2015 es para la oligarquía que Podemos se convierta en la llave del Gobierno, o, que incluso pueda acceder a La Moncloa con el apoyo de los socialistas. Ante tal panorama empresas como las eléctricas o los bancos, la oligarquía financiera o empresarial, podría enfrentarse a la imposibilidad de seguir abusando de la ciudadanía y de los trabajadores, mediante leyes que controlasen los abusos que perpetran desde que el PP llegó al poder, dado que ese partido legisla a su dictado.
Aterrados, según la palabra utilizada por el Presidente de la Patronal eléctrica han hecho llegar a Mariano Raxoi su inquietud, no se sabe si para que impida de alguna manera el triunfo de Podemos en las elecciones con cualquier artimaña legal. Según noticias que circulan por los medios digitales, la respuesta de Raxoi ha sido la de tranquilizar a esos empresarios, asegurándoles que, de darse esa circunstancia, PP y PSOE  pactarían para cerrarle el paso a Podemos. 

Si, como asegura Raxoi el PSOE pactase con el PP después de las elecciones de 2015, para evitar que gobernase Podemos, el partido hoy dirigido por Pedro Sánchez demostraría que tienen razón  aquellos le que acusan de ser lo mismo que el PP, porque, si con todo lo que está aconteciendo, y a la vista de que el PP está formado por una serie de individuos que tomaron la política como un modo de enriquecerse, haciendo de esa formación una asociación de malhechores inmorales y codiciosos, estaría perpetuando la corrupción y  firmaría así su acta de defunción y no se sabe, incluso, si daría lugar a un levantamiento social de imprevisibles consecuencias, a pesar de la Ley Mordaza. 

Es difícil saber si el aserto presidencial corresponde a conversaciones con Pedro Sánchez, que le hubiese prometido que así sería si Podemos ganase las elecciones sin mayoría absoluta, o si fuese la segunda o tercer fuerza política, siguiendo de ese modo el criterio de Felipe González, o si es algo que él dice del mismo modo que aseguró que no tocaría ni la Sanidad ni la Educación públicas a la hora de hacer recortes. 

Mariano Raxoi, es en la actualidad un presidente tocado no solo por la corrupción de muchos de sus correligionarios, sino también por la sospecha sobre su persona -‘no es cierto salvo algunas cosas-’, cuando esas cosas son el cobro de sobresueldos, la financiación con dinero negro de las obras de la sede de su partido, la de las campañas electorales y a saber cuántas más operaciones en negro que es imposible que desconociese. Su promesa a los empresarios podría ser una quimera, dado que es muy posible que, entre la corrupción y el abandono de sus votantes más reaccionarios, su partido no estuviese en condiciones de pactar nada de lo que anda jurando a los aterrados empresarios de que antes de permitir que gobierne Podemos, los socialistas, que son muy responsables y tienen sentido de Estado –del estado de la corrupción debe ser- pactarían un gobierno de coalición, una especie de gobierno de ‘salvación nacional’, o de salvación de los corruptos.

El hecho de que santones de la comunicación como Juan Luis Cebrián o el expresidente del Gobierno Felipe González lleven meses defendiendo esos pactos, estaría siendo utilizado por Raxoi para serenar a la oligarquía, al argumentar que el ‘santón del PSOE’ estaría influyendo en el actual secretario general, Pedro Sánchez, para suscribir un pacto contra natura. 

No resulta extraño que Felipe González sea partidario de ese pacto, al fin y al cabo, el hijo del vaquero de Dos Hermanas ha devenido en un miembro más de la oligarquía. González hace negocios con príncipes árabes –el pasado verano vendió su millonario solar en la playa de de Jbila, en la que, en principio iba a construirse una mansión presupuestada en 2.5millones de euros a un príncipe saudí-, cobra una ‘minucia’ de 126.000 al año –de los que dijo apenas le daban para pagar su oficina, insultando así a los millones de ciudadanos que intentan sobrevivir con cinco mil-, por ser consejero de Gas Natural y actúa como agente del magnate de los medios Carlos Slim –considerada su fortuna como la mayor del mundo-, embolsándose millonarias cantidades gracias a su asesoramiento a políticos y empresarios, especialmente en América Latina. 

Según El Economista solo por esas tareas de consejero, a través de su empresa Ialcon fundada en 2001, le supusieron ingresos de millón y medio de euros en cuatro años. De manera que, como el socialista expresidente es ahora un miembro más de la oligarquía, debe estar muy interesado en que se perpetúe en el poder un sistema abyecto, en el que los poderosos se tragan literalmente el dinero público en detrimento de los ciudadanos. 

Y es que, en este sistema que tanto miedo tiene a que llegue al poder una formación surgida del hartazgo de los abajo por los abusos de los de arriba, los presidentes de la democracia, está comprobado, que hicieron de sus mandatos el trampolín para acceder a la opulencia, con el mayor descaro y una total ausencia de ética. 

Otro expresidente, el que sucedió a Felipe González con la bandera de la honestidad, José María Aznar, se hizo millonario haciendo uso de su poder, ya fuera para trepar a los consejos de administración del Grupo Murdoch, a través del apoyo a la guerra de Iraq, ya fuese haciendo uso de funcionarios del Estado para formalizar negocios con el líder libio Muhammad el Gadafi, que al final se frustraron por la guerra y el asesinato del mandatario, pero no por falta de voluntad de recibir comisiones por su amistad con el dictador asesinado. Aparte de los sustanciosos emolumentos recibidos por sus patéticas conferencias en universidades estadounidenses, propiciados por George W. Bush.

Los integrantes del régimen del 78 no soportan la idea de perder el poder porque, de hacerlo, se les acabarían las posibilidades de seguir saqueando lo público como vienen haciéndolo desde que se instalaron en el poder determinados elementos sucesores del franquismo, como el PP, o tolerados por el franquismo, porque nunca planteó los problemas que, se supone, deberían haber desarrollado los sucesores de la dictadura los socialistas.

Las noticias que se revelan estos días sobre el comportamiento de dos expresidentes del Gobierno de los últimos treinta años, y la continuada corrupción en el seno del PP, están haciendo campaña a Podemos entre la ciudadanía. Se huele en el ambiente la perentoria necesidad de un radical cambio de personas y maneras en los ámbitos de poder. 

Y lo que para la población de todo un país avasallado por el latrocinio de los corruptos y la vergüenza de ser identificado como uno de los más indecentes de Europa, con unos gobernantes que sonrojarían a los de las periclitadas repúblicas bananeras, es una necesidad ineludible, para la oligarquía que, en colaboración con los políticos, llevan años saqueando al país es una pesadilla. Habrá que intentar que no despierten nunca de ella. 

1 comentario:

  1. Antaño la política era el medio de resolver problemas ciudadanos, es decir, hacer felices al pueblo. Lamentablemente el cambio de filosofía ha sido brutal. Ahora es el refugio de ladrones de guante blanco, el arte de robar el erario público y hacer creer al sufrido ciudadano que la culpa es de otros, de los que han gobernado antes o, tal vez, de los que han gobernado después. Estamos tan resignados y apesadumbrados que pensamos que las cosas son así y siempre lo han sido. Como el mal es general en todo el mundo, el remedio es una nuevo levantamiento general, una nueva Revolución Francesa, que consiga limpiar esa profesión, actualmente nido de corruptos impunes.
    Antonio.

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