jueves, 26 de febrero de 2015

El PP del nacionalcatolicismo o imponer la religión a través del BOE



Cuando los llamados ‘Padres de la Patria’ redactaban la Constitución tuvieron mucho cuidado de que la frase ‘Estado laico’ no se colase en el texto y colocaron lo de ‘Estado aconfesional’ que, como otras tantas cosas de la Constitución del 78, pretendía, sobre todo, no molestar a los poderes fácticos: el ejército y el clero, que seguían moviendo los hilos del poder. Entonces como ahora.

En el imaginario colectivo de la derecha estaba impresa la frase de Azaña “España ha dejado de ser católica”, que no tuvo en su origen el sentido que la ultraderecha quiso darle, de persecución para, con las habituales mendacidades que la caracterizaron y aún la caracterizan, criminalizar a la II República. La Constitución del 78, redactada a partes iguales por timoratos y fascistas, consagró el término aconfesional y coló, además, en el apartado 3 del artículo 16: “Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”.

Si los redactores de la Constitución hubiesen proclamado a este país como Estado laico los estudiantes españoles no se verían ahora ante la imposición religiosa de la LOMCE, ley redactada por el infame ministro Wert y su gente, e inspirada por la poderosa Conferencia Episcopal que aquí, como en los países integristas musulmanes que tanto critica la derecha, legisla a golpe de mitra imponiendo leyes como la de Educación que, a través del BOE publica los currículos de Primaria y Secundaria, que serían de risión, de no ser tan dramático para el futuro de los educandos el lavado de cerebro que pretenden a través de una asignatura que no solo no debería puntuar en las evaluaciones de nota media, sino que no tendría por qué implantarse en los centros docentes.

Como si se estuviese haciendo un viaje hacia el pasado, en el BOE se puede leer cómo ha de ser el aprendizaje para los niños de seis años, señalando que  el alumno ha de "memorizar y reproducir fórmulas sencillas de petición y agradecimiento". En 2º se cita como objetivo: "Expresar, oral y gestualmente, de forma sencilla, la gratitud a Dios por su amistad". Los disparates de beatería van aumentando según la edad de los educandos, así a los 11 años deberán  “investigar y recoger acontecimientos de la historia donde se aprecia que el hecho religioso ha sido el motor de cambios para potenciar los derechos humanos, la convivencia, el progreso y la paz”, así como “conocer y explicar con ejemplos la razón por la que Confirmación, Orden y Matrimonio están al servicio de la Iglesia”. Un curso más tarde se pretende que tengan que “argumentar el origen del mundo y la realidad como fruto del designio amoroso de Dios”, así como “conocer y señalar las diferencias entre la explicación teológica y científica de la creación”. Un ‘adiós a Darwin’ muy del gusto de los creacionistas republicanos de USA y de los carpetovetónicos ignorantes de este país. Así, a los 16 años tendrán que “descubrir a partir de un visionado que muestre la injusticia, la incapacidad de la ley para fundamentar la dignidad humana” como “las respuestas de sentido que ofrece el ateísmo, agnosticismo o laicismo y las contrasta con la propuesta de salvación que ofrecen las religiones”. En ese curso, en el que muchos alumnos optarán por la especialización en ciencias para cursar su futura carrera, los alumnos deberán reconocer “con asombro” y esforzarse “por comprender el origen divino del cosmos y distinguir que no proviene del caos o el azar”. También tendrán que  informarse “con rigor” sobre los conflictos de la Iglesia con “Galileo, Servet” y justificar “razonadamente las causas y consecuencias de dichos conflictos”.

Podrían llenarse no solo los folios de un artículo, sino las páginas de un libro, con los disparates de adoctrinamiento católico que impone el talibán gobierno del PP, en connivencia con la secta católica, que, a pesar de haber transcurrido cuarenta años desde la muerte del dictador que se encamaba con el brazo incorrupto de Santa Teresa, no ha cambiado un ápice sus retrógradas ideas.

Los alumnos, o los padres en el caso de los más pequeños, que decidan escapar de la asignatura de religión, en la que no se habla de otras religiones, aunque sí del ateísmo para condenarlo, solo tienen como alternativa la asignatura de Valores éticos que substituye a la de Educación por la Ciudadanía que tanto demonizó, durante la pasada legislatura, el clan de los obispos. En ella se adoctrina en asuntos como  importancia de la misión de las Fuerzas Armadas acerca de la seguridad y defensa de España, critica la desobediencia civil, al resaltar lo negativo de esos casos y de la objeción de conciencia, porque ambas “implican la desobediencia a las leyes del Estado, a las que están sometidos todos los ciudadanos”. Son frases de aroma antañón, que bien pueden retrotraer a aquella odiada asignatura de ‘Formación del espíritu nacional’.

En la misma línea de hacer de los Valores éticos una asignatura bis de la de religión, no pierde oportunidad de adoctrinar al alumnado en el ‘derecho a la vida’, tal y como lo considera el PP, la de las células fecundadas, no de los enfermos de hepatitis C o de quienes ven adelantado su fallecimiento por pobreza energética. Tampoco pierden ocasión los redactores de la asignatura de Valores éticos, de impartir doctrina, católica se entiende, a la hora de plantear avances científicos como "problemas”, al referirse al uso de células madre, la clonación, la eutanasia o la eugenesia.

Al cabo de cuarenta años de fenecido el dictador genocida, que contó con las bendiciones de una secta, la católica, que bendecía las armas que exterminarían a los ‘rojos’ defensores de la República, y que se implicaban en los fusilamientos que a cientos de miles se registraron durante la postguerra, los obispos españoles, en connivencia con el PP, imponen de nuevo un régimen nacionalcatólico en el que la Educación está supeditada al adoctrinamiento religioso, de un modo más propio de un estado talibán que de una democracia europea.

Al tiempo, la Iglesia Católica recibe 13 millones de euros mensuales para su boato y sus campañas, para acomodar en lujosos pisos a obispos como Rouco, y está exenta de pagar al fisco por el IBI, por los sueldos de los profesores de religión, que costea el Estado a través de los PGE, por el impuesto de transmisiones, por IRPF, por IVA, o por el impuesto de sociedades. Cuántos cientos, o miles de millones, suponen la pérdida de esas exenciones para las arcas públicas es imposible de calcular, porque no existen cifras oficiales ni cálculos de Hacienda que puedan computarlos. Aunque es fácil pensar que, con las prebendas que recibe y las exenciones que goza, hubieran podido evitarse bastantes recortes de los que sufre el pueblo.

Esa será una tarea que deberá abordar el gobierno que salga de las próximas elecciones generales, así como resolver un Concordato fuera de las leyes actuales. Y que, de hacer una nueva Constitución, tendrá que poner buen cuidado en que la palabra ‘laico’ no deje lugar a dudas sobre el papel de las religiones en el Estado: ninguno.

La realidad, a pesar de que la secta católica se empeña en argumentar que son muchos los católicos españoles, porque cuenta entre sus fieles a quienes fueron bautizados por imposición del nacionalcatolicismo, es que la mayoría social de este país hace decenios que dejó de ser católica, por mucho que algunos sectores de la caverna se empeñen en negarlo. Futuros gobiernos, como el de Podemos, si gana las elecciones, no debería olvidarlo y antes, en su programa electoral, aclarar cuál es su postura frente al nacionalcatolicismo que lleva ahogando libertades y derechos desde hace siglos.

1 comentario:

  1. De qué sirve si el profesor de ciencias del colegio o de bachillerato intenta explicar en qué consiste de verdad la ciencia: observar, experimentar y extraer conclusiones de lo observado si luego en la siguiente clase viene un señor con una sotana y les dice a los chavales que hay una
    "profunda unidad y armonía de la iniciativa creadora y salvífica de Dios. El primer bloque parte de los datos más evidentes: la constatación de la realidad de las cosas y los seres vivos, de modo especial el hombre. Se nos impone su existencia como dato evidente. En un segundo paso, si la persona no se queda en el primer impacto o simple constatación de su existencia, tiene que reconocer que las cosas, los animales y el ser humano no se dan el ser a sí mismos. Luego Otro los hace ser, los llama a la vida y se la mantiene. Por ello, la realidad en cuanto tal es signo de Dios, habla de Su existencia."
    http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2015/02/el-muy-catolico-boletin-oficial-del.html
    Así que la situación en la escuela actualmente es similar a la de la famosa Penélope homérica: un continuo tejer (ciencias) que luego es rápidamente destejido por la religión. Y así luego encontramos creyentes, adeptos a medicinas holísticas y demás, porque una vez que se acepta algo absurdamente irracional se abre la puerta a todas las demás supercherías: http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2014/10/en-el-reino-unido-creacionismo-y.html
    Pero claro, si los padres lo solicitan pues terminaremos enseñando en los colegios astrología, que la Tierra es plana y cualquier otra absurdez que perpetúe el ciclo de irracionalidad y superstición.

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